"Por la mañana nos despertamos con acidez. ¡Por la comida que habíamos soñado!" Es el tipo de frase que aún hoy escuchamos pronunciar por quienes han vivido el período más terrible para los palermitanos. Hoy es un aniversario, un aniversario triste, el de lamasacre del pan (o vía masacre de Maqueda).
Nunca una masacre tuvo un nombre tan terrible: sucedió el 19 de octubre de 1944, poco más de un año después de la invasión estadounidense de Sicilia por los 'estadounidenses recibidos como libertadores
Ya en julio de 1943, cuando llegan los "libertadores", la población lleva meses pasando hambre. Edda Mussolini también le escribirá a su padre, el Duce, para contarle que en Palermo la situación se está volviendo insoportable "desde hace meses sin pasta ni pan" y "el problema es muy grave y en cualquier momento puede volverse catastrófico incluso políticamente".
La llegada de los estadounidenses el 22 de julio de 1943 permitió ganar algo de tiempo. La población que sufre hambre desde hace meses tiene muchas esperanzas en esta nueva vida de convivencia con los americanos. Pero para los vientres hambrientos de los civiles cambia poco. Pasa un año y unos meses, el hambre se ha apoderado de la euforia de la fiesta de la liberación. Un 19 de octubre hace 73 años la gente sale a la calle pidiendo pan y trabajo
Es una manifestación imponente que recoge y arrastra consigo el sufrimiento de todo un pueblo. Frente al edificio Comitini en vía Maquedapasó lo que pasó. Los soldados de la división Saboya disparan a la multitud.
La secuencia de los hechos no está muy claraEl resultado es: 24 muertos y 158 heridos: la primera masacre estatal de la Italia liberada. La historia oficial fue que los militares fueron "atacados por separatistas" y el juicio terminó con una sentencia de "pacificación social".
Recién después de 50 años, en 1995 la verdadsobre aquellos días comienza a aparecer. Giovanni Pala, soldado perteneciente al Regimiento declara: “No hubo as alto en Via Maqueda. Sin embargo, cuando nuestra columna llegó a la multitud detrás de nosotros, el teniente dio la orden de bajar de los vehículos y cargar los rifles. Todo sucedió en unos instantes; los soldados que iban al frente del convoy empezaron a disparar a la altura de los ojos ya lanzar bombas. Era terror, una escena bestial.”
Durante muchos años esa masacre estuvo en el olvido, hasta los propios palermitanos clasificaron ese hecho en el cajón de los tristes recuerdos de la guerra, para no abrirlo… Y aún hoy forma parte de las terribles historias que nuestros padres, nuestros abuelos tienen dificultades para contar.