El aeropuerto internacional más grande de Nueva York lleva el nombre del 35º presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy y está ubicado en el sureste de la ciudad, en el área de Queens. En términos de tráfico de pasajeros, el aeropuerto ocupa el puesto 17 en el mundo: más de cuarenta y cinco millones de visitantes lo atraviesan al año. La ciudad está conectada con el aeropuerto por una infraestructura de transporte bien desarrollada: la línea ferroviaria de alta velocidad AirTrain une la terminal del aeropuerto y dos estaciones de metro, varias líneas de autobús equipadas con ascensores para discapacitados. Además, hay una tarifa de taxi plana, cuando se viaja desde el aeropuerto al área de Manhattan: cuarenta y cinco dólares, pero cuando se viaja en la dirección opuesta, la tarifa se cobra por taxímetro. Pero la forma más rápida de llegar al aeropuerto es en helicóptero que vuela cada hora desde el área de Wall Street. Ocho minutos de vuelo, además de pasar por seguridad mientras aún se encuentra en el embarcadero de Wall Street, evitando la fila en el aeropuerto, cuesta $ 160.
El aeropuerto de Nueva York brinda una amplia gama de servicios para huéspedes y pasajeros de la terminal, incluyendo Internet inalámbrico Wi-Fi, con posibilidad de pago a diversas tarifas, un sistema desarrollado de estacionamientos para cada terminal, donde se puede reservar un Plaza de aparcamiento online con antelación, puntos de cambio de divisas, kioscos de excursiones y puestos con productos impresos. En las terminales de la zona antes y después del control aduanero, se encuentran sucursales de varias cadenas mundiales de comida rápida, así como restaurantes y cafeterías, como Starbucks y McDonalds. Además, los visitantes del aeropuerto pueden comprar todo lo que necesiten en diversas tiendas y boutiques, tanto antes del check in como después, en los pasillos de la terminal.
Para las familias con niños, las habitaciones para madres y niños están abiertas en cada terminal del Aeropuerto Kennedy, donde hay todo lo necesario para garantizar el cumplimiento del régimen: áreas con cunas para dormir, así como salas de juegos donde los pequeños pasajeros pueden divertirse y pasar el tiempo. la espera no se nota.
Además, el Aeropuerto de Nueva York se complace en brindar a sus huéspedes los servicios de las mejores empresas de alquiler de autos, cuyos representantes se ubican en cada una de las terminales, con el fin de hacer el viaje de los pasajeros lo más placentero posible.