La hermosa Filipinas consta de más de 7000 islas tropicales, lejos de todas las cuales han sido puestas por el hombre. Al mismo tiempo, también hay grandes megalópolis con una infraestructura turística bien desarrollada, y también hay lugares ideales para los amantes de la recreación de tipo “salvaje”. El clima tropical le permite relajarse aquí casi todo el año, y la abundancia de ofertas para la recreación activa atrae a una variedad de turistas. Filipinas se puede llamar legítimamente un país fabuloso que está diseñado para brindar placer a la gente. La gente del lugar es bastante perezosa, pero muy alegre y afable. El ambiente agradable le hará desear venir aquí más de una vez, y este deseo sin duda se hará realidad.
Manila es una gran metrópoli con sus propias características inusuales. El caso es que aquí, chozas rústicas con un enfoque minimalista de la vida se encuentran al lado de enormes casas equipadas con la última tecnología. Esta es una ciudad de contrastes y sorpresas, por lo que vendrás aquí cada vez como si fuera la primera vez. Los alegres habitantes de la ciudad cantan constantemente y están de buen humor. Hay una actitud especial hacia los turistas: son honrados como huéspedes queridos, tratando de causarles la menor molestia posible. La cocina local no es particularmente exótica; puede probar todos estos platos en cualquier país europeo. Prefieren descansar aquí en las islas, lejos de la ciudad, donde la naturaleza toma el control y la civilización se retira.
Sin embargo, los turistas que visitan a menudo toman el sol en las inmediaciones de Manila, en las playas locales.
Las mejores playas de arena de Manila tienen muchos beneficios agradables:
- la proximidad de famosos monumentos históricos;
- una gran cantidad de propuestas para los amantes del aire libre;
- muchas cabinas para cambiarse, baño gratuito;
- cafeterías, pubs, bares turísticos con precios razonables y mucho más.
La mayoría de las veces, los residentes de Manila vienen a tomar el sol y nadar en la cercana isla de Catanduanes. La playa local se llama Puraran y también se considera una especie de centro para surfistas. Las playas de Manila, ubicadas dentro de la ciudad, no están particularmente limpias, pero la arena de la playa de Puraran es agradable tanto a la vista como al tacto. Hay varias playas más bastante grandes y muy bien cuidadas cercanas. Vale la pena recordar que en otoño hay corrientes peligrosas aquí, por lo que es completamente indeseable practicar deportes acuáticos sin un chaleco salvavidas en este momento. La mejor época para visitar esta isla es entre finales de abril y mediados de junio.