La población de San Marino supera los 33.000 habitantes.
Según la leyenda, apareció en el año 300 d. C. gracias al cantero cristiano Marino, que logró establecer una comunidad aquí junto con otros seguidores del cristianismo (el estado lleva su nombre).
La composición nacional de San Marino está representada por:
- Sanmarines (80%);
- Italianos.
Vale la pena señalar que la mayoría de los Sanmarines se han trasladado de forma permanente a Italia y Francia.
408 personas viven en 1 km2.
El idioma del estado es el italiano.
Las principales ciudades son San Marino, Serravalle, Borgo Maggiore, Domagnano, Aquaviva, Faetano, Chiesanova, Fierentino, Montegardino.
La mayoría de los habitantes de San Marino son católicos.
Esperanza de vida
Los sanmarinos viven en promedio hasta 81 años (las mujeres viven hasta 85 y los hombres, hasta 78 años).
Las instalaciones de salud de San Marino están bien equipadas y cuentan con un personal altamente calificado. Vale la pena señalar que los servicios de ambulancia en el país son gratuitos y muy rápidos, pero tendrás que pagar las llamadas posteriores a las clínicas locales (es recomendable contratar un seguro internacional).
Tradiciones y costumbres de los habitantes de San Marino
Los habitantes de Sanmarine cuidan mucho sus tradiciones: en su opinión, son descendientes de los antiguos romanos. Esto se debe al hecho de que el país está gobernado por 2 capitanes regentes, y en la antigua Roma, 2 cónsules se ocupaban de esta tarea.
A los residentes de Sanmarin les gusta pasar activamente su tiempo libre: van a patinar, juegan al tenis, al baloncesto, hacen gimnasia, nadan, tiran al plato, cazan y pescan.
En San Marino, un evento que tiene lugar en el Palacio de Estado, ubicado en la Piazza della Liberta, es de interés: de mayo a septiembre, todos pueden ver el espectacular cambio de guardia cada hora.
A los sanmarinos les encanta divertirse: su festival favorito es Giornate Medievali (del 26 al 29 de julio). Presenta un carnaval colorido y ruidoso.
Los lugareños son amables y sociables (aunque, a diferencia de los italianos, no son tan impetuosos y expansivos): si un turista necesita ayuda, siempre lo ayudarán. Además, los Sanmarines tienen mucho tacto, por lo que resuelven todos los conflictos mediante negociaciones.
Si va a San Marino, tenga en cuenta que aquí, como en la vecina Italia, varias instituciones, oficinas y tiendas cierran para la siesta (cierran de 14:00 a 16:00).
En memoria de San Marino, vale la pena comprar joyas, vino local, muebles, cerámica y hierro forjado.