La antigua capital de Brasil, la encantadora Río de Janeiro, es increíblemente hermosa. Playas de arena interminables que rodean los barrios de la ciudad moderna, arquitectura antigua armoniosamente al lado de los rascacielos más altos, y no muy lejos del centro de la ciudad: matorrales tropicales únicos.
Un poco de historia
La historia de la ciudad se remonta a 1502. André Gonsalves, viajando por mar por orden del rey para explorar las tierras previamente descubiertas, se percató de la bahía. La confundieron con la desembocadura del río, por lo que se le dio el nombre de "Río". Era costumbre que los portugueses llamaran a las nuevas tierras con los nombres de los santos responsables de este día. Pero el primero de enero resultó ser gratis, por lo que “Río” simplemente se complementó con la palabra “de Janeiro” - enero. Traducido del idioma nativo, Río de Janeiro significa literalmente "Río de enero".
Donde visitar
- El principal atractivo de Río son las playas. Por lo tanto, serán los primeros a donde vayas. Y la primera, la playa de la zona de Barra-ta-Tijuku - Barra Beach. El área enorme y completamente limpia se ha convertido en un verdadero paraíso para vacacionistas y surfistas. El siguiente lugar es la playa de Grumari. Al llegar aquí en un día laborable, puede disfrutar de la belleza y el completo silencio. La playa de Copacabana es un lugar popular para la vida nocturna, y el rocoso Preing está lleno de surfistas. Aquí siempre hace viento y, por lo tanto, olas altas.
- Parque Tijuku. Hace mucho tiempo, Río estaba rodeado de frondosos bosques, y hoy solo quedan 120 cuadrados de todo el tumulto de vegetación. Este es el famoso Parque Tijuku, declarado reserva natural en 1961. El parque es el bosque más grande ubicado en la ciudad. Aquí hay de todo: magníficas cascadas y majestuosos árboles centenarios, e incluso animales salvajes. Pero su territorio está completamente ennoblecido. Y puede relajarse en áreas especiales, caminar a lo largo de elegantes puentes, así como admirar fuentes y magníficos lagos.
- Jardín Botánico. Uno de los lugares más populares entre los huéspedes de la ciudad. Fue creado en 1991 y está ubicado en un área de 240 mil cuadrados. En general, el estilo francés prevalece aquí y, por lo tanto, puede admirar los estanques y cascadas en miniatura. De particular interés es el invernadero, que ocupa 458 metros cuadrados, y el interior repite la plantación tropical hasta el más mínimo detalle. Externamente, el invernadero es una copia exacta del "Crystal Palace" ubicado en Londres. Al entrar, será recibido por una enorme alfombra floral donde crecen flores asombrosamente brillantes.
- Estatua del Cristo Redentor. Es un símbolo no solo de la ciudad, sino de todo Brasil. La estatua está ubicada en el punto más alto de la ciudad, la cima del monte Corcovado. La construcción del monumento duró hasta nueve años. El proyecto fue desarrollado por Heitora da Silva Costa, pero la idea en sí nació en la mente del artista Carlos Oswaldo. Fue él quien propuso recrear la imagen de Cristo, quien abrió los brazos y bendijo al país.