La capital española es una de las ciudades más bellas del Viejo Mundo, donde se concentran una gran cantidad de atractivos históricos y culturales. Pero los suburbios de Madrid también son de gran interés para los viajeros, por lo que muchas rutas de excursión se establecen a través de pequeñas ciudades, a las que se puede llegar sin problemas en tren e incluso en metro.
Sinfonía en piedra
Este nombre romántico de la residencia de los reyes de España se le dio a Escorial no por casualidad. Su historia comienza en el siglo XVI, cuando Felipe II decide erigir un monasterio en las afueras de Madrid en honor a San Lorenzo. El majestuoso edificio se convirtió en una especie de biografía del propio monarca, porque reflejaba las numerosas victorias y derrotas del rey y su obsesión por el arte. El primer arquitecto de El Escorial fue Juan Batista de Toledo, que estudió con el propio Miguel Ángel.
Tallados en madera y esculturas de mármol, bronce y plata como materiales de decoración, frescos en el techo y columnas de jaspe: el monasterio se convirtió en un magnífico ejemplo de la arquitectura de su época. Los visitantes de El Escorial quedan invariablemente impresionados por algunos de los números:
- La colección de obras maestras de la pintura recogida en el monasterio asciende a 1.600 obras.
- A través de 2673 ventanas, la luz entra a raudales en las cámaras del rey y en las instalaciones del monasterio.
- Se intercalan 16 patios con 15 galerías.
- En el Escorial se han instalado nueve órganos de espléndida obra, cada uno de los cuales aún suena hoy.
El parque del palacio es una magnífica obra maestra del diseño del paisaje, y la colección de pinturas de Bosch, Veronese y Van Dyck convierte al monasterio en uno de los museos de arte más ricos de Europa.
Tras las huellas de Cervantes
La casa con fuente en este suburbio de Madrid es mundialmente famosa. Fue el hogar de Miguel de Cervantes, quien escribió sobre las aventuras de Don Quijote. Y en la localidad de Alcalá de Henares se conocieron por primera vez Cristóbal Colón, navegante hasta entonces desconocido, y la reina Isabel. Como resultado de este encuentro, América apareció en el mapa mundial y el nombre de Colón se convirtió en sinónimo de valentía y perseverancia.
¡Corre, español, corre
La costumbre nacional de huir de los toros se llama ensierro. Es esta pintoresca vista la que glorificó al suburbio de Madrid con el difícil nombre de San Sebastián de los Reyes. Ensierro es parte de las fiestas y carnavales tradicionales del país. Aquellos que quieran hacer cosquillas en los nervios tienen que esquivar a los enfadados cuernos, y la longitud del recorrido es de al menos un kilómetro. Puede ver una vista vívida en un bonito suburbio de Madrid a fines de agosto.