En la actualidad, existen varios estados diminutos en Europa. Es de gran interés para los científicos cómo los países lograron preservar su independencia con territorios tan pequeños y la ausencia de ricos recursos naturales. La historia de Luxemburgo ayuda a responder a esta pregunta.
La historia más antigua de Luxemburgo
En estos territorios, los científicos han descubierto rastros de pueblos antiguos que se remontan al Paleolítico. En primer lugar, estos son los huesos decorados que se encuentran en Otringen. También en el sur del país se encontraron asentamientos permanentes, o mejor dicho, restos de estructuras, casas, cerámicas. Y no solo el Paleolítico, sino también el Neolítico, la Edad del Bronce.
Desde tiempos inmemoriales, estos territorios fueron favorables para la vida, solo sus habitantes cambiaron: los galos aparecieron aquí en los siglos VI-I. ANTES DE CRISTO; fueron reemplazados por los romanos, quienes incorporaron las tierras a su imperio; la invasión de los francos se remonta al siglo V. Comienza la era de la Edad Media, que traerá sus cambios a la situación política y económica de Luxemburgo.
Época de la edad media
Los cambios más importantes tuvieron lugar en la esfera religiosa: el final del siglo VII está marcado por la conversión al cristianismo de los residentes locales. Desde el punto de vista de la política, todo no ha cambiado, los territorios cambian de manos. Primero, las tierras en el reino de Austrasia, luego comienza el período del reinado del Sacro Imperio Romano Germánico.
El año 963 es una fecha importante en la historia de Luxemburgo, en definitiva, el año de la independencia, sin embargo, mediante el intercambio de territorios de importancia estratégica. Siegfried, el propietario de Lisilinburg, estableció el comienzo del estado, y el primer conde luxemburgués se llama Konrad (desde 1060). En 1354 Luxemburgo se convierte en ducado, pero este cambio prácticamente no afecta a nada.
En 1477 llegó al poder la dinastía Habsburgo, que hasta el día de hoy conserva su influencia en el país. Aunque la historia todavía se caracteriza por guerras constantes, los vecinos, potencias poderosas, Francia y España sueñan con ser dueños del ducado. Esta situación persiste hasta el siglo XIX.
En una era de cambio
En 1842 se firmó un tratado de unión aduanera que favorece el desarrollo de la región. La infraestructura, las carreteras se están restaurando, la constitución se firmó un año antes. En 1866, Luxemburgo finalmente se convierte en un estado soberano, que elige su propio camino de desarrollo, tratando de mantener la neutralidad, mantener buenas relaciones pacíficas con los países vecinos.