Descripción de la atracción
El edificio de la aduana es un hito histórico de Sydney, ubicado en Circular Quay. Construido en 1844-1845, fue el principal edificio administrativo de la Administración de Aduanas hasta 1990. Luego fue asumido por el Ayuntamiento de Sydney y utilizado para exposiciones y eventos privados. Y después de una importante renovación en 2003, también albergaba la Biblioteca de la ciudad de Sydney.
En el sótano del edificio, hay un modelo de 4,2 x 9,5 metros del Distrito Comercial Central de Sydney, que se puede ver desde arriba a través del piso de vidrio. El modelo que pesa una tonelada fue construido en 1998. Aquí puedes ver pinturas y fotografías del propio edificio, creadas a lo largo de su historia.
Se dice que fue desde este lugar donde los aborígenes Eora vieron la llegada de la Primera Flotilla al puerto de Sydney en 1788. Aquí, en 1790, el prisionero David O'Connor fue ahorcado y su espíritu, según la leyenda, todavía deambula por el edificio de la Aduana, ofreciendo a todos un vaso de ron.
El coronel John Nathaniel Gibbs, jefe de aduanas durante un récord de 25 años, desde 1834 hasta 1859, encabezó la construcción del edificio de piedra arenisca en Circular Key. Convenció al gobernador de la colonia de Nueva Gales del Sur, George Gipps, citando la creciente rotación del comercio marítimo de Sydney. La mansión georgiana de dos pisos fue diseñada por el arquitecto Mortimer Lewis. Lo más destacado fueron 13 enormes ventanales en la fachada, que proporcionaban una vista panorámica del puerto de Sydney y los barcos que lo atravesaban. El propio coronel Gibbs, que vivía en la casa de enfrente, podía supervisar la construcción del edificio de la Aduana, sentado en la galería de su finca de Wotong (hoy es el edificio del Almirantazgo).
En 1887, el edificio fue parcialmente desmantelado y aumentado a tres pisos bajo la dirección del arquitecto James Barnett. Durante el siglo siguiente, se le agregaron varios elementos, especialmente durante la Primera Guerra Mundial, pero los detalles principales del Edificio de Aduanas permanecieron intactos.
