Descripción de la atracción
El monasterio de St. Fyodor Stratilat se encuentra a unos 1,5 km al noreste de la aldea de Balsha y a 10 km al noroeste de la ciudad de Novi Iskar. Se encuentra en la cima de la ladera sur de las montañas de Sofía (parte de los Balcanes occidentales).
Hasta ahora, no se establece con precisión cuándo se fundó el monasterio, y se sabe poco sobre su historia temprana. Los científicos extraen escasa información sobre el monasterio de las leyendas locales, que dicen que fue construido en el siglo XII. Según algunos investigadores, el monasterio surgió en el siglo XIV, mientras que otros creen que sucedió más tarde, durante el período de la esclavitud otomana. Desde tiempos inmemoriales este lugar ha sido conocido por la gente como "Manastiro". Hoy, aquí se pueden ver las ruinas de una antigua iglesia, que fue destruida antes del siglo XIX, los cimientos de las paredes de varias estructuras: edificios residenciales, edificios agrícolas, etc.
Lamentablemente, hasta el momento no se han realizado excavaciones arqueológicas en esta zona que puedan arrojar luz sobre la historia del monasterio. Se supone que el monasterio se construyó en el lugar de un asentamiento medieval desaparecido. A juzgar por el tamaño del complejo, hasta 500 monjes podrían vivir aquí al mismo tiempo.
En el siglo XX, el monasterio fue restaurado y varias monjas se instalaron aquí, pero después de su muerte cayó en la desolación y pronto se derrumbó el edificio donde vivían las novicias.
La construcción del moderno monasterio comenzó en 1977. Primero, se reconstruyó la iglesia y luego las viviendas. La Iglesia Ortodoxa es una iglesia sin cúpula de una nave con ábside y vestíbulo.
Una nueva etapa en el desarrollo del monasterio de San Teodoro Stratilates comenzó después del 10 de noviembre de 1989, cuando el consejo de la iglesia, encabezado por el arcipreste Kirill Tanchov, decidió revivirlo. En la iglesia restaurada, se instaló un nuevo iconostasio tallado, que se convirtió en la decoración del templo, y se instaló una campana especialmente fundida en la torre, que se eleva sobre el techo del edificio. Durante seis años de trabajos de construcción y reparación, gracias a las donaciones de ciudadanos ricos y residentes locales, la antigua grandeza de este sitio cultural e histórico se ha restaurado por completo.