Descripción de la atracción
La Basílica de San Vicente es el segundo templo más grande e importante de Ávila después de la Catedral. La basílica está dedicada al diácono Vikentius y sus hermanas Sabina y Cristeta, canonizada y erigida en el lugar de su entierro.
La construcción del templo continuó desde el siglo XII al XIV. La iglesia fue erigida en estilo románico por el arquitecto francés Giral Frushel, quien dirigió la construcción en su etapa inicial. El edificio tiene forma de cruz latina, con tres naves rematadas en ábsides semicirculares y que se cruzan con un crucero alargado. En la construcción del edificio de la iglesia se utilizó piedra arenisca de un tono especial amarillo y naranja, en ocasiones con vetas rojizas debido al óxido de hierro que contiene su composición. La fachada occidental del edificio está ricamente decorada. Aquí se ubica la entrada principal al edificio, dividida en dos partes. La fachada está decorada con la figura de Cristo, rodeado por diez apóstoles. La fachada sur, decorada con las figuras de la Virgen María y el Arcángel Gabriel, no parece menos majestuosa.
En el interior de la basílica se encuentra su principal atractivo: el magnífico cenotafio de los Santos Vicente, Sabina y Cristeta, que data del siglo XII y que es una destacada obra de arte escultórico del período románico. El cenotafio está ricamente decorado con imágenes escultóricas basadas en temas bíblicos, así como el martirio de los propios santos.
En 1882, la Basílica de San Vicente fue declarada monumento arquitectónico nacional de España.