Descripción de la atracción
El castillo de Wolvesey fue una vez la sede de los obispos poderosos e influyentes de Winchester. En la Edad Media, jugaron un papel importante en la política interior y exterior del país, y sus vastas propiedades les proporcionaron riqueza. El castillo fue construido por Enrique de Blois, obispo de Winchester entre 1130 y 1140. Y aunque ahora lo llamamos castillo, en realidad fue un magnífico palacio que superó a otros palacios reales de la época. Este es uno de los edificios medievales más grandes de Inglaterra. Se podía acceder al palacio a través de puertas separadas en la muralla de la ciudad, que conducían al patio, donde se ubicaban las caballerizas, diversos servicios e incluso la prisión del obispo.
Desde entonces, el castillo ha servido como escenario de muchos eventos históricos. La reina Matilda huyó aquí después de ser derrotada en la Batalla de Winchester ("Winchester Getaway"). Aquí tuvo lugar la fiesta de bodas de la Reina María y el Rey Felipe II de España.
El castillo fue destruido durante la Guerra Civil en 1646, solo la capilla sobrevivió de él. En la década de 1680 se construyó un edificio barroco. Un ala de este edificio, que ha sobrevivido hasta nuestro tiempo y hasta el día de hoy, sirve como residencia del obispo de Winchester y está en su posesión privada.
Las pintorescas ruinas del palacio atraen a muchos turistas. La entrada es gratuita y hay carteles en el territorio con información sobre este monumento histórico. Hay mucho espacio para que los niños escalen las ruinas y jueguen el juego de reyes y caballeros.