Descripción de la atracción
El Palacio de la Bahía de Marrakech es una verdadera obra maestra de la arquitectura marroquí, que es el principal atractivo de la ciudad. La construcción del palacio comenzó en 1880 y terminó en 1900. El edificio fue erigido por orden del Gran Visir de Marrakech, Si Ahmed bin Moussa, para una de sus esposas.
Durante la construcción, el Gran Visir continuó adquiriendo nuevas parcelas, por lo que el plan del palacio cambiaba constantemente. La mayoría de las cámaras se completaron por separado, como resultado de lo cual el edificio del palacio comenzó a parecerse a un gran laberinto. Como la mayoría de los otros edificios de estilo árabe-andaluz, el Palacio de la Bahía tiene un hermoso jardín, un encantador patio y muchas cámaras decoradas con techos de madera estampados y exquisitas molduras de estuco.
La parte más antigua del palacio consta de un jardín con cipreses, naranjos, plataneros y fuentes. La parte nueva ya se estaba construyendo durante el reinado del sultán Abd al-Aziz. Este trabajo fue realizado por el renombrado arquitecto Muhammad bin Al-Maqqi al-Misfiv.
El lujo y la belleza del palacio no pudieron dejar en paz al maduro Sultán Abd al-Aziz, convirtiéndose en objeto de envidia, por lo que, tras la muerte del visir Sidi Musa, simplemente saqueó el palacio.
Desde el exterior, la casa del visir apenas se parece a un palacio. Temiendo causar celos entre la gente, el sultán ordenó evitar cualquier decoración exterior. Al mismo tiempo, el interior del palacio sorprende por su riqueza y belleza. Decoraciones de madera tallada, mosaicos nacionales, puertas pintadas y techos de cedro, causan especial admiración en los invitados que visitaron el palacio.
Hoy en día, de los 150 salones del palacio, solo los apartamentos de la planta baja son accesibles para visitar. El salón ceremonial, decorado con cedro de Meknes, goza de gran atención por parte de los visitantes. Desde aquí se puede llegar al patio delantero, revestido con caro mármol de Carrara y rodeado de columnas decoradas con arabescos tradicionales. Aquí también puede admirar las maravillosas fuentes de mármol de Meknesia.
