Descripción de la atracción
A 114 km de la ciudad de Tennant Creek (Territorios del Norte) se encuentra la misteriosa Reserva Devil's Balls, un grupo de enormes rocas redondas de granito esparcidas por un valle ancho y poco profundo. El granito del que se componen las Devil Balls se formó hace millones de años como resultado de la solidificación del magma en la superficie de la tierra. Y luego el agua y el viento entraron, tallando piedras de formas asombrosas durante milenios. Debido a los cambios dramáticos en las temperaturas diurnas y nocturnas en Australia Central, los cantos rodados se expanden y contraen durante el día. A veces, esto lleva al hecho de que se desmoronan e incluso se desmoronan.
Los aborígenes locales llaman a estos cantos rodados ovalados "Karl Karl"; en equilibrio peligrosamente uno encima del otro, se encuentran en un lugar sagrado para los pueblos indígenas de Australia Central. La gente de la tribu Kaiteti cree que estos cantos rodados no son más que los huevos de la mística serpiente arcoíris, el progenitor de la humanidad. También están asociados con otras historias sobre la creación del mundo, solo una parte de las cuales los aborígenes pueden contar a los no iniciados. A pesar de que con el tiempo se han perdido muchas ceremonias y rituales asociados con las bolas del diablo, este lugar sigue siendo de gran importancia para los aborígenes y es considerado uno de los sitios religiosos más antiguos del mundo.
En 1953, una de las Devil Balls fue llevada a Alice Springs para crear un monumento a John Flynn, fundador del Royal Flying Doctor Service. Se creía entonces que esto perpetuaría su conexión con el interior de Australia, pero más tarde comenzó una seria controversia al respecto, ya que la piedra fue sacada de un lugar sagrado para los aborígenes sin su permiso. Solo a fines de la década de 1990 se limpió la piedra y se volvió a su lugar original. Y en la tumba de Flynn instalaron una similar, donada por gente de la tribu Arrernte.
En 2008, el Servicio de Vida Silvestre y Parques Estatales de los Territorios del Norte devolvió las bolas del diablo a la propiedad aborigen, pero la reserva es administrada conjuntamente por el Servicio y los representantes de la comunidad aborigen.
Hoy en día, la reserva es visitada por miles de turistas durante todo el año debido a su accesibilidad e infraestructura bien desarrollada: se han trazado varias rutas de senderismo por el territorio, se han instalado paneles informativos y se han organizado áreas de picnic. De mayo a octubre, los guardabosques del parque organizan una variedad de eventos y actuaciones que atraen a visitantes de todo el país y del mundo.