La capital del estado de Túnez se encuentra en el extremo norte del país, en la costa mediterránea. Debido a su proximidad, el clima en la ciudad es mucho más cómodo para viajar que en las regiones del sur del país. Al reservar excursiones a Túnez, vale la pena considerar la época del año para el viaje previsto. En verano, los termómetros aquí a menudo muestran +30 e incluso más.
Brevemente sobre lo importante
- Según fuentes escritas, la ciudad fue fundada mucho antes de la nueva era. Las estructuras más antiguas que se conservan se remontan al siglo XIII.
- Puede moverse por Túnez en taxis o tranvías de ruta fija. La red de tranvías se llama aquí "metro", pero no es un metro en el sentido habitual de la palabra.
- Puede volar a la capital del país en vuelo directo. Hay un aeropuerto internacional en las afueras. Al planificar viajes a Túnez, no descuide los vuelos de conexión. La mayoría de las veces son mucho más baratos que los directos.
- La gran mayoría de los tunecinos son musulmanes. Todos los feriados islámicos importantes se establecen aquí como días libres oficiales. Antes de reservar un tour a Túnez, vale la pena asegurarse de que el viaje no caiga durante el Ramadán. Durante este período, casi todos los restaurantes, tiendas y otras instituciones están cerrados durante el día.
- Túnez, antiguo protectorado francés, apenas habla inglés. En la capital, solo alrededor del uno por ciento de la población podrá entender a un turista que recurre al inglés en busca de consejo o consejo.
- Una actitud bastante liberal hacia el alcohol en Túnez permite a los turistas pedir y degustar vinos en un restaurante o cafetería. Los propios tunecinos producen varias variedades de vinos secos, y como recuerdo de aquí puedes traer el famoso licor de dátiles Tibarin.
Ciudad maravillosa, ciudad antigua
El principal atractivo arquitectónico e histórico de estas partes es la antigua ciudad de Cartago, fundada por la reina Dido en el siglo IX a. C. Una hermosa leyenda dice que la reina, habiendo recibido permiso para comprar tanta tierra como la piel de un buey podía cubrir, la cortó en tiras delgadas y ceñió una montaña entera. Así surgió Cartago, que se convirtió a principios del siglo III a. C. el estado más grande del Mediterráneo occidental.
Habiendo existido durante ocho siglos, la ciudad perdió una influencia política importante y se extinguió. Los viajes de hoy a Túnez le permiten disfrutar del antiguo esplendor y tocar las ruinas del otrora importante centro político y cultural del mundo antiguo.