Las vacaciones en Europa estaban de moda y eran prestigiosas para los rusos ya en el siglo XIX. Nobles y bohemios corrían "a las aguas" todos los inviernos para sobrevivir en un clima relativamente cálido y confortable, con fuertes heladas rusas y aguanieve fuera de temporada. Hoy en día, el tratamiento en Europa en centros turísticos de prestigio no es menos popular que en los días de los bisabuelos, y los pacientes rusos asaltan los sanatorios y clínicas de la República Checa y Austria, Suiza y Bélgica con una constancia envidiable, a pesar de los tipos de cambio rápidamente cambiantes y la necesidad de obtener visas.
¿Cómo se trata aquí?
Todo el tratamiento en Europa se basa en el uso de factores naturales que tienen un efecto curativo en el cuerpo humano, su hábil combinación entre sí y con otros programas médicos. Dependiendo del perfil de clínicas y sanatorios, se dividen en varios tipos:
- Los balnearios termales se basan en el uso de aguas termales naturales. Las aguas termales saturadas de minerales y microelementos son capaces de aliviar el estado de los pacientes que se quejan de articulaciones y bronquios, depresión y problemas de tensión arterial. Los balnearios termales más populares se encuentran en Austria, República Checa, Italia y Eslovenia.
- El tratamiento con aguas minerales está muy extendido en los balnearios de la República Checa, Suiza y Austria. La fuente sale a la superficie, por regla general, en áreas montañosas, y el agua de ella es rica en sustancias curativas y le permite curar enfermedades del tracto gastrointestinal y las articulaciones, para deshacerse de problemas ginecológicos y dermatológicos.
- La talasoterapia se practica en los balnearios de Francia, Italia y Chipre, y este tipo de tratamiento en Europa es especialmente popular entre el sexo justo. Los programas de autocuidado o pérdida de peso más comunes se basan en métodos de talasoterapia. Los programas incluyen envolturas de barro y sal, baños de agua de mar, aplicaciones curativas de algas y helioterapia.
- Las aguas de radón son la base de tratamiento en algunos centros turísticos de Austria, Bulgaria, Hungría y Grecia. Numerosos manantiales en las tierras altas proporcionan un tipo especial de agua termal enriquecida con radón. Sujeto a las reglas de tratamiento con dicha agua, las micro dosis de radiación contenidas en ella pueden normalizar la presión arterial, mejorar la actividad del músculo cardíaco, curar heridas y restaurar el tejido muscular.