Uno de los más turísticos, el país de Italia es famoso por sus vibrantes costumbres nacionales. La cultura del estado comenzó a formarse hace muchos siglos, y magníficos ejemplos de la arquitectura y la poesía, la pintura y la escultura romanas antiguas han sobrevivido hasta nuestros días. Todo esto no podía dejar de afectar las tradiciones modernas de Italia, y hoy sus habitantes son algunos de los más sofisticados, artísticos y hermosos del planeta.
Valores familiares
La familia para cualquier italiano es la prioridad número uno. Independientemente del estatus social, el nivel de ingresos y la edad, los italianos honran y respetan a los padres y cónyuges y son sorprendentemente tiernos y reverentes con los niños. Durante la cena, que se considera una comida conjunta indispensable, todos los miembros de la familia se reúnen en una mesa y no comienzan a comer hasta que llega la última. No es costumbre llegar tarde a un evento así, para no hacer esperar a los mayores.
Tradicionalmente, la cena italiana consiste en una gran cantidad de pasta y una variedad de salsas, vinos tintos y blancos e historias ruidosas. De postre, las azafatas traen ensaladas de frutas y, por lo tanto, difícilmente se encontrará con personas con sobrepeso en las calles de Roma o Milán.
¡Santo trabajo
Teniendo en cuenta las peculiaridades del clima, los habitantes de la península de los Apeninos disfrutan de la siesta. Para no sufrir el calor de la tarde, no van a trabajar por la tarde, sino que se permiten tomar una siesta en el fresco silencio de las casas acogedoras. Así nació otra tradición italiana: cerrar oficinas, bancos y tiendas de 13:00 a 16:00 horas para la siesta de la tarde. Volviendo a sus funciones, los italianos vuelven a ponerse enérgicos y gesticulan animadamente, hablando de algo con su interlocutor.
Pequeñas cosas útiles
Al comunicarse con los habitantes de los Apeninos, es importante seguir algunas reglas para que las tradiciones de Italia no se violen y el viaje solo traiga emociones positivas:
- En cualquier conversación, no haga preguntas sobre el éxito de los niños. Los habitantes de Italia son demasiado supersticiosos al respecto y no tienen prisa por compartir información sobre la generación más joven.
- En Italia se aceptan cumplidos y se pueden escuchar palabras agradables incluso de un completo extraño. Deben aceptarse con una sonrisa y un agradecimiento humilde.
- Los italianos no siempre son puntuales, y esto se aplica no solo a las tiendas que no abren a tiempo, sino también a los trenes que a menudo llegan tarde. Al planificar un viaje a Italia, es importante tener en cuenta esta circunstancia y dejar suficiente tiempo para las conexiones o traslados.