Cada vez más, los turistas rusos eligen países exóticos lejanos como destino de vacaciones, y Vietnam no es una excepción. El sudeste asiático es una región excelente para unas vacaciones en la playa, y el conocimiento de las tradiciones de Vietnam le permite aprender muchas cosas interesantes sobre la vida y las costumbres de sus habitantes.
Anticipado
En el sudeste asiático, es costumbre madrugar y los vietnamitas siguen estrictamente esta tradición. A las seis de la mañana, las ciudades se llenan del ruido de las motos, los gritos de los vendedores y el olor a comida callejera. En bandejas móviles, puede comprar una porción de fideos fritos o pinchos de corazón de pollo, y para aquellos que prefieren familiarizarse con la cocina vietnamita en su totalidad, los mercados ciertamente ofrecerán deliciosos huevos de hormiga, escorpiones fritos y ranas horneadas en hojas de plátano. No olvide que para los europeos que no están preparados para la comida exótica, un menú de este tipo puede tener consecuencias no muy agradables. También debes tener cuidado con el hielo en las bebidas, porque no se prepara en las condiciones más sanitarias.
Un ciclomotor no es un lujo
Los vietnamitas pequeños y ágiles prefieren un ciclomotor a todos los medios de transporte y, por lo tanto, los usuarios de la carretera principal aquí parecen hormigas quisquillosas. Solo los cruces de carreteras más importantes de la ciudad están equipados con semáforos, mientras que el resto está en completo caos y confusión. Las tradiciones de Vietnam, sin embargo, brindan cortesía mutua en las carreteras y, por lo tanto, es importante tener cuidado y tacto. Aquí siempre se evitará con cuidado a los peatones, y se darán paso unos a otros con una sonrisa y una reverencia constante.
Sin dejar un ciclomotor, los residentes del país compran productos básicos y víveres en el mercado, y para explorar las atracciones de los alrededores, muchos turistas también prefieren alquilar un ciclomotor. Es más barato y no hay problemas para aparcar y circular por calles estrechas.
Pequeñas cosas útiles
- Los vietnamitas supersticiosos tratan de no pronunciar su propio nombre en voz alta, para no maldecirse. Han adoptado apodos y, por lo tanto, al comunicarse con los residentes locales, es importante tratar de no llamarlos por su nombre.
- Como budistas, los vietnamitas no ofrecerán ayuda a nadie sin pedirla. Entonces, si necesita un consejo o una pista, comuníquese con el interlocutor sin pistas.
- La negociación en el mercado es una vieja tradición en Vietnam y en todo el sudeste asiático. Para que pueda comprar lo que le gusta mucho más barato que el precio indicado. Comercia con calma y dignidad. Alzar la voz no acelerará el proceso y no ayudará a la causa.