Descripción de la atracción
El famoso arco de mármol de Portara (Portira), que servía como puerta de entrada al Templo de Apolo, es la principal atracción y tarjeta de visita de la pintoresca isla griega de Naxos y su capital. Las ruinas de un antiguo templo se encuentran en el pequeño islote de Palatia, que está conectado con el puerto de la ciudad por una presa. La impresionante estructura de mármol es lo primero que ven los turistas al llegar a Naxos.
Se cree que el antiguo templo fue construido en honor a Apolo, ya que está orientado hacia la isla de Delos, donde, según la leyenda, nació el dios de los cabellos dorados. Es cierto que algunos investigadores creen que el templo bien podría haber sido construido en honor al dios Dioniso, quien fue venerado como el santo patrón de la isla de Naxos.
La construcción del Templo de Apolo comenzó alrededor del 530 a. C. durante el reinado del tirano Naxos Lugdamis (Ligdam). En aquellos días, la isla floreció y fue un importante centro financiero y cultural del Mediterráneo. Las ambiciones de Lugdamis exigieron la construcción de un templo, que no sería igual en las tierras griegas, y se inició la construcción a gran escala. Pero debido a las guerras, la obra se suspendió y, tras el derrocamiento del tirano, se abandonó por completo. El Templo de Apolo nunca se completó, y solo algunas partes de los cimientos y la columnata han sobrevivido hasta el día de hoy, así como el majestuoso y solitario arco de Portara, que se eleva sobre las ruinas, que tiene más de 6 m de altura.
En los períodos bizantino y posbizantino, el templo se utilizó como "cantera de mármol". Se han descubierto varios fragmentos arquitectónicos (bloques de mármol, partes de columnas, capiteles, etc.) de la estructura antigua en varias iglesias de Naxos, así como en mansiones medievales y la fortaleza veneciana. Portara sobrevivió solo porque resultó ser demasiado grande y pesado (el peso de cada bloque de mármol es de aproximadamente 20 toneladas).