Descripción de la atracción
Villa Armira es un hito que debe verse después de visitar Bulgaria, según la UNESCO. Este palacio lujosamente decorado se encuentra entre las montañas de los Ródopes orientales. A 4 km al suroeste se encuentra la ciudad de Ivaylovgrad, prácticamente en la frontera con Grecia. El nombre de la villa se lo dio el cercano río Armira, que es un afluente del Arda. Este monumento arquitectónico fue descubierto alrededor de 1960.
La villa fue construida en el siglo I d. C., estuvo habitada hasta finales del siglo IV y fue abandonada alrededor del 378. Esta es la única villa de la época romana que se ha conservado perfectamente hasta el día de hoy en Bulgaria. Además, también es la única villa que ha sobrevivido dentro de las provincias balcánicas que una vez perteneció a los romanos. Se descubrió que la villa había estado habitada durante al menos 300 años.
Se sabe que el primer propietario de la villa no es otro que el heredero del rey de Tracia, a quien se le concedió la ciudadanía romana por su cooperación con Roma. Fueron las autoridades romanas las que dieron el visto bueno para la construcción de una lujosa villa de dos plantas, que fue erigida en la llamada "edad de oro" de la antigüedad clásica. Después de servir durante unos tres siglos, posteriormente fue saqueado por los godos y luego cayó en mal estado.
El proyecto de la villa se asemeja a la letra U, el área total es de 3600 metros cuadrados. En el centro del complejo estaba el impluvium, una piscina que se llenaba de agua de lluvia. La villa estaba rodeada por un pintoresco jardín. 22 habitaciones en la planta baja, que incluyen salón de banquetes, recepción del propietario, dormitorios y otras salas, así como sauna y baño romano. El segundo piso estaba ocupado por habitaciones para mujeres, niños y sirvientes, trasteros y otros cuartos de servicio. Parte del edificio se calentó porque hacía un frío notable en las montañas en invierno. Los restos de un hipocausto, un antiguo sistema de calefacción, se han conservado fragmentariamente hasta el día de hoy. La villa es especialmente apreciada por sus mosaicos antiguos ricos y bien conservados. Combinan no solo elementos romanos, sino también griegos y tracios. Cabe señalar la imitación de imagen de un hacha doble, el símbolo clave del poder de los tracios.
Según el programa de Desarrollo Regional, los fondos europeos tienen previsto destinar más de 800 mil euros para la restauración del singular edificio.