Descripción de la atracción
El Palacio de Santa Cruz es un edificio barroco en el centro de Madrid en la Plaza de la Provincia, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores español desde 1901. Antes de que el rey Felipe V ascendiera al trono, el palacio se usó como prisión real, en la que los prisioneros esperaban el veredicto de la dura Inquisición española; para la mayoría de ellos, el siguiente lugar de residencia era la plaza principal de la ciudad, la Plaza Mayor, donde fueron torturados y ejecutados. Más tarde, la prisión se convirtió en una lujosa residencia.
El Palacio de Santa Cruz fue construido en 1629-1643 por el arquitecto Juan Gómez de Mora para albergar un tribunal y una prisión. Posteriormente, otros arquitectos contribuyeron al desarrollo del edificio, por ejemplo, José de Villarreal y Bartolomé Hurtado García. En 1767, el edificio, que servía de prisión, fue reconvertido en palacio aristocrático y recibió el nombre de Palaio de Santa Cruz, ya que se encontraba junto a la iglesia del mismo nombre. El palacio fue reconstruido en dos ocasiones: en 1791 tras un terrible incendio que arrasó todo menos la fachada, y en 1940 tras la destrucción provocada durante la Guerra Civil.
Hoy, el Palaio de Santa Cruz, influenciado por la arquitectura clásica italiana y española, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de los Habsburgo. Por cierto, todo el centro histórico de Madrid todavía se conoce como la dinastía de los Habsburgo, en honor a la dinastía que gobernó España desde el siglo XVI al XVIII. El Palaio de Santa Cruz rectangular con torres gemelas, construido en ladrillo rojo, es también una de las atracciones turísticas más famosas de Madrid.