Descripción de la atracción
El castillo de Cardiff se encuentra en el centro de Cardiff, la capital de Gales. Las primeras fortalezas fueron construidas en esta colina por los romanos en el siglo I d. C. Aún se pueden ver restos de mampostería romana en la base de las murallas del castillo. A finales del siglo XI, tras la conquista de Gran Bretaña por William, se construyó aquí un castillo normando. Consistía en un patio interior y exterior separados por un alto muro de piedra. La primera ciudadela de la colina fue construida por Robert Fitzhammon, señor de Gloucester. Lo más probable es que estuviera hecho de madera, como la mayoría de las fortificaciones de esa época.
A lo largo de su larga historia, el castillo ha cambiado de propietarios: los condes de Gloucester, los barones de Clare, los Despenser, los Beauchans y los Neville. En 1766, como parte de la dote, el castillo pasó a Lord Bute, y desde entonces pertenece a esta familia. Fue el segundo marqués de Bute al que Cardiff debe su transformación de un modesto pueblo de pescadores al puerto de carbón más grande del mundo. El castillo lo hereda su hijo, el tercer marqués de Bute, quien, según algunas estimaciones, en 1860 era el hombre más rico del mundo. En 1866, contrató al arquitecto William Burgess para reconstruir las viviendas del castillo. Dentro de las torres góticas, crea interiores lujosos y exuberantes. Frescos, vidrieras, mármol, dorado y madera tallada crean la decoración interior del local, cada uno con su propia temática. Aquí puede encontrar jardines mediterráneos y salones de estilo italiano o árabe.
En 1947, el quinto marqués de Bute entregó el castillo a la ciudad de Cardiff. Ahora hay un museo, conciertos y festivales se llevan a cabo en el territorio del castillo. Hay un Club Histórico en el castillo, se realizan labores educativas para niños y adultos, y se organizan torneos caballerescos.
El castillo se ha convertido en un símbolo no solo de la ciudad de Cardiff, sino de todo Gales.