Descripción de la atracción
El castillo de Castello Malpaga se encuentra en el pequeño pueblo de Cavernago en la provincia de Bérgamo. Su principal atractivo es la decoración interior, profusamente decorada con frescos de Il Romanino en estilo renacentista.
El castillo, de origen medieval, quedó en ruinas durante mucho tiempo después de un asedio en la primera mitad del siglo XV. En 1456, el célebre condottiere y aristócrata Bartolomeo Colleoni compró estas ruinas de la comuna de Bérgamo para convertirlas en el centro de sus crecientes posesiones. Amplió y fortaleció el castillo y lo convirtió no solo en una base militar para sus soldados, sino también en su residencia, que se suponía que demostraría a todos su estatus y privilegios. Castello Malpaga fue reconstruido al estilo del Renacimiento italiano.
El castillo tenía la forma de un cuadrado, rodeado por dos hileras de muros y un profundo foso. La primera fila de muros, ahora extinta, albergaba establos y cuarteles, y ambas filas eran notables por almenas medievales. Los muros interiores del castillo están cubiertos casi en su totalidad con frescos, aunque algunos de ellos fueron dañados por vándalos. Estos frescos, encargados en la primera mitad del siglo XVI por los herederos de Colleoni, representan la visita del rey danés Christian I en 1474 y la suntuosa recepción ofrecida en su honor por los condottieri. La recepción incluyó banquetes, cacería y torneos caballerescos. Se cree que Il Romanino es el autor de los frescos que celebran al miembro más famoso de la familia Colleoni. En el primer piso del castillo, se puede ver otro ciclo de frescos del siglo XVII de menor importancia.
Además de la visita de Christian I, los frescos representan varias alegorías, por ejemplo, Silencio (una referencia al secreto que los asistentes del castillo tenían que observar) y retratos idealizados de Colleoni y el rey. En el patio, cuya creación también se atribuye a Il Romanino, hay una imagen de la "Batalla de Molinella", en la que el mismo Colleoni obtuvo la victoria en 1467 en Bolonia. Otro fresco del siglo XV representa a la Virgen María con el Niño; se encuentra en la oficina privada del condottiere y pertenece al pincel de un artista desconocido.