Descripción de la atracción
Las pintorescas ruinas, que se convirtieron en un enorme hospital de San Nicolás de Bari, recuerdan los tiempos del desarrollo del Nuevo Mundo. Este hospital fue construido a principios del siglo XVI. Destaca por ser el primer hospital construido al otro lado del Océano Atlántico.
La construcción de esta estructura, por la que los habitantes de Santo Domingo deben agradecer al gobernador de la época, Nicolás de Ovando, duró desde 1503 hasta 1519. A los pocos años de su apertura, se convirtió en una institución médica muy famosa y respetada, a la que acudía gente de toda la región. Según datos de 1522, el hospital admitía aproximadamente 700 personas al año.
El edificio original del hospital de San Nicolás de Bari fue construido en madera. En 1533 fue demolido y reemplazado por una estructura de piedra, cuya estructura se asemejaba a una cruz. Este hospital quedó intacto por las tropas de Francis Drake cuando Santo Domingo cayó en manos británicas. A mediados del siglo XVIII, el hospital fue abandonado por personas. Los científicos no pueden nombrar las razones de este tratamiento de un edificio bastante fuerte. El hospital sobrevivió a varias tormentas e incluso resistió un par de terremotos. Sin embargo, el huracán Zeno de 1930 fue el último en llegar al hospital. En aras de la justicia, cabe señalar que la mitad de los edificios de la ciudad sufrían mal tiempo en ese momento.
Las autoridades locales decidieron no restaurar el hospital, sino, por el contrario, retirar los muros salientes, que podrían derrumbarse en cualquier momento sobre las cabezas de los transeúntes. Los residentes de Santo Domingo apreciaron este enfoque y se unieron a la remoción de piedras para sus propias necesidades. A estas alturas, del magnífico hospital se han conservado varias paredes con pasajes arqueados.