Descripción de la atracción
La Basílica de San Saturnino es una iglesia paleocristiana en Cagliari en la isla de Cerdeña. Esta iglesia fue mencionada por primera vez a principios del siglo VI. Muy probablemente, fue construido junto al lugar de enterramiento de San Saturnino de Cagliari, quien, según un documento medieval, fue martirizado en 304.
En 1089, el gobernante local, Giudice Constantine II, entregó todo el complejo religioso, incluido el monasterio, a los monjes benedictinos de la Abadía de San Víctor en Marsella. En esta ocasión, la iglesia fue restaurada en estilo románico-provenzal y nuevamente consagrada en 1119.
En 1324, durante el asedio del barrio del Castello por parte de las tropas de la dinastía aragonesa, la basílica sufrió graves daños, y varias décadas más tarde, por voluntad del rey Pedro IV de Aragón, fue cedida a la orden caballeresca de San Jorge de Alfam. En los siglos siguientes, el complejo comenzó a decaer. En 1614, se excavó toda la zona circundante en busca de las reliquias de los primeros mártires cristianos de Cagliari, que luego fueron colocadas en la cripta de la Catedral. Curiosamente, en 1669, algunos de los materiales de construcción de la Basílica de San Saturnino se utilizaron para la reconstrucción de la catedral barroca. En 1714, la basílica fue consagrada nuevamente, esta vez en honor a los santos Cosme y Damián. La última consagración de la iglesia tuvo lugar en 2004 después de una prolongada restauración que duró de 1978 a 1996.
La Basílica de San Saturnino está ubicada en un recinto amurallado junto a la necrópolis paleocristiana, que aún se encuentra en proceso de excavaciones arqueológicas. Solo ha sobrevivido una parte del edificio original, que fue construido en forma de cruz griega con crucero y cúpula semiesférica. La iglesia actual consta de un cuerpo abovedado que data de los siglos 5-6, y un ala este con una nave y dos capillas laterales, que termina en un ábside semicircular. La fachada occidental del templo, parcialmente destruida, se divide en tres sectores. Los sectores laterales tienen portales con arquitrabes rematados con lunetas redondas. La entrada principal a la iglesia se encuentra en el sitio del antiguo ala oeste, que se destaca por las impregnaciones decorativas realizadas durante la restauración del siglo XX. El ala este está decorada con arcos ciegos lombardos, pero el ábside, lamentablemente, ha perdido su revestimiento original de piedra caliza.