Descripción de la atracción
La torre de vigilancia, de 83 m de altura, fue construida en el siglo XIII. Sirve como símbolo del deseo de libertad de los ciudadanos de las ciudades medievales.
La parte octaédrica superior se completó a finales del siglo XV. Desde la altura del escalón 366, se abre una magnífica vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. También hay 49 campanas que crean un carillón, un timbre sonoro. La más importante, la campana de la victoria, se fundió en 1680 y pesa unos 6000 kg y alcanza los dos metros de diámetro. Actualmente, la torre contiene cartas antiguas sobre los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.
La atalaya servía como puesto de observación principal, desde cuya altura se podía ver al enemigo desde lejos. Por la entrada principal se ingresa a un patio rectangular, desde donde se pueden subir los escalones de las escaleras hacia la galería. La planta baja del edificio alberga el Museo de Arqueología, que contiene reliquias históricas y objetos de arte.
En un nicho sobre la entrada, hay una estatua de la Virgen María, debajo de la cual hay un pequeño balcón con una reja de hierro. Desde aquí, hasta 1769, se proclamaron todas las leyes y reglamentos relativos a la vida de los habitantes.
En diversas épocas y periodos históricos, Belfort ha sido sometida a un trato rudo, como lo demuestran las numerosas cicatrices en sus paredes. A pesar de esto, la Atalaya ha sobrevivido hasta nuestros días y es una parte histórica y arquitectónica importante de Brujas.