Descripción de la atracción
Wadi Hammamat es uno de varios lechos de ríos secos en el desierto egipcio y una carretera moderna que conduce a las orillas del Mar Rojo. La ruta se utilizó durante milenios como ruta comercial desde la costa del mar hasta el Nilo, pero la zona también era famosa por sus canteras y minas de oro. Cientos de ruinas antiguas se encuentran a lo largo de la ruta; los restos de torres de vigilancia, fortalezas, captaciones y minas de diferentes épocas históricas dan testimonio de antiguas actividades mineras.
El antiguo lecho seco del río se hizo famoso por el hallazgo de muchos jeroglíficos y dibujos de graffiti en las rocas. Estas inscripciones y pinturas registran las actividades de varias expediciones en busca de valiosos recursos. Hay artefactos que confirman que en el desierto vivían personas prehistóricas y nómadas, que dejaron toscos petroglifos en forma de botes de caña curva, escenas de caza y animales extintos hace mucho tiempo en las rocas. Esta ruta por la parte oriental de las montañas desérticas fue utilizada por viajeros y expediciones desde el Reino Antiguo hasta la época romana, cuando las canteras y las minas de oro eran las más explotadas. Los romanos construyeron torres de piedra en los picos de las colinas para proteger caminos y pozos. El territorio de Wadi Hammamat es rico en arenisca, grauvaca y rocas de esquisto, que fueron apreciadas por su variedad de colores, desde basalto oscuro hasta losas rojas, rosadas y verdes utilizadas para decorar estatuas, sarcófagos y pequeños santuarios.
Aquí se encontró un documento antiguo: el papiro, que es el mapa geológico y topográfico más antiguo de Egipto. Fue compilado durante la expedición de Ramsés IV. El mapa describe una sección específica del camino a través del wadi y marca lugares icónicos como colinas, canteras y minas.
La Cantera Beckhen en el lado norte de la carretera contiene los restos de chozas de trabajadores de pizarra oscura en el lado de sotavento. Los rastros de la minería son visibles en todas partes, y en la mitad del camino hacia la cima del acantilado hay un sarcófago abandonado que se partió durante la extracción. En el lado sur de la carretera, las rocas están salpicadas de inscripciones dejadas por miembros de la expedición del faraón.
El camino hacia el wadi Hammamat atraviesa el desierto y los acantilados, desciende a un desfiladero entre montañas altas, oscuras e irregulares, por lo que es mejor reservar una visita guiada. Se requiere un permiso especial para videos, fotografías y para detenerse cerca de un grafiti.