Descripción de la atracción
El Castillo de Villars Dora es una residencia feudal medieval ubicada en una pequeña cornisa rocosa en el pueblo del mismo nombre. Es uno de los castillos mejor conservados del Val di Susa italiano. Ya en los primeros siglos de nuestra era, en el sitio donde se encuentra hoy el castillo, había un pequeño asentamiento, como lo demuestran los hallazgos de la época romana (lámparas de aceite y vasijas para incienso), realizados en el siglo XIX. Y en 1287 aparecen las primeras menciones documentales del edificio, que se conocía como el Castrum Villaris de Almexia. Consistía en tres torres, interconectadas por un muro de piedra construido con una tecnología especial; hoy se pueden ver fragmentos de él.
La ubicación estratégica del castillo de Villars Dora lo ha convertido en escenario de varios hechos históricos. Dicen que al pie de la colina del castillo tuvo lugar una de las batallas decisivas entre Constantino y Massenzio por la posesión de la ciudad de Susa. Más tarde, los francos y los lombardos se encontraron aquí en batallas.
Entre mediados del siglo XIV y mediados del XV, el castillo fue reconstruido en estilo gótico por iniciativa de la familia feudal local de Provenas; luego se demolieron algunos de los edificios antiguos y se erigieron otros nuevos en su lugar. La parte suroeste se convirtió en la zona central del castillo: constaba de tres edificios: el Palachium (la antigua torre sur), la torre cilíndrica y el ala de Margaret De Rotaris. En el siglo XVII, en el sitio de la torre norte de la fortaleza, se construyó la llamada Ka'Bianca, la Casa Blanca, pero ya en 1691, junto con la "armería", fue destruida por las tropas francesas. Y en el siglo XIX se dispuso un jardín, sostenido por una serie de poderosas arcadas.
En la primera década del siglo XX, por iniciativa del conde Antoniella d'Oulks, se iniciaron las obras de restauración a gran escala del castillo, durante las cuales la parte central del castillo recuperó su aspecto medieval original. Entre las obras realizadas en ese momento se encuentran la remoción de la capa superficial de los siglos XVII-XIX, la restauración de ventanas venecianas y la cuidadosa reconstrucción de elementos arquitectónicos perdidos en el pasado.
Hoy en día, el castillo de Villars Dora sigue siendo propiedad de los condes de Antonielli d'Ulx y se utiliza como residencia privada.