Descripción de la atracción
La enorme iglesia barroca de St. Karl, conocida como Karlskirche, se encuentra a las afueras del centro histórico de Viena, a aproximadamente un kilómetro de la catedral de San Esteban. La estación de metro de Karlsplatz se encuentra en las inmediaciones del templo, por lo que llegar a esta atracción no será difícil.
La iglesia fue construida en 1716-1737 por orden del emperador Carlos VI en agradecimiento por librarse de la plaga. El templo fue consagrado en honor a Karl Borromeo, patrón del emperador y protector de la ciudad de la peste. La iglesia es una verdadera obra maestra de la arquitectura barroca vienesa típica, sin embargo, en su apariencia, se nota la influencia de otros estilos, incluso el oriental. Por ejemplo, las dos torres que flanquean la fachada principal del templo se asemejan a los típicos minaretes que adornan las mezquitas árabes. Sin embargo, otras fuentes afirman que estas torres fueron construidas a imagen de la famosa Columna de Trajano, ubicada en el territorio del foro romano. En cualquier caso, varios estilos arquitectónicos se entrelazan inequívocamente en la apariencia de Karlskirche.
El pórtico de la iglesia está hecho al estilo griego antiguo, y su frontón triangular muestra relieves dedicados a los horrores de la epidemia de peste en Viena. La poderosa cúpula fue construida a imagen de la cúpula de la Catedral de San Pedro en Roma, y otros detalles de la estructura de la iglesia ya pertenecen al estilo barroco, incluidas las dos alas laterales del edificio. La altura total de Karlskirche es de más de 70 metros.
La decoración interior de la iglesia se realiza principalmente en un estilo barroco, pero luego se agregaron lujosas molduras relacionadas con el estilo rococó tardío. Cabe destacar el exquisito altar mayor, que representa la ascensión de San Carlos Borromeo, los altares laterales y la asombrosa pintura de la cúpula. Estos frescos fueron pintados por las principales figuras de la época barroca: Sebastiano Ricci y Johann-Michael Rottmeier en la década de 1830. Vale la pena señalar que los turistas pueden subir a la cima de la cúpula de la iglesia Karlskirche usando un conveniente ascensor con paredes transparentes.