Descripción de la atracción
En la frontera de Argentina con Brasil y Paraguay se encuentra el famoso Parque Nacional Iguazú, que cubre un área de 55 mil hectáreas. El parque es considerado una de las maravillas modernas del mundo: se trata de 275 cascadas, que vierten 5000 metros cúbicos de agua por segundo desde una altura de 70 metros. Ha conservado miles de especies de aves exóticas, mariposas y vegetación tropical única. Muy cerca se encuentran las ruinas de las misiones jesuitas, de particular interés es San Ignacio Miní, una iglesia "barroca guaraní". Por encima de las cascadas, hay lugares convenientes para la práctica de deportes acuáticos.
Millones de toneladas de agua cayendo, arremolinándose y rociando dan lugar a asombrosos arcoíris multicolores en los rayos del sol. Plata fundida de agua hirviendo, misterioso parpadeo de luz, poder primordial combinado con gracia, una sinfonía de chorros de agua fusionados y ejecutados por un órgano sin precedentes creado por la naturaleza, la Eternidad del Universo, eso es Iguazú. El deseo de preservar el poder prístino y la belleza de las cascadas para la posteridad ha llevado a la formación de reservas en el territorio de los estados vecinos: los Parques Nacionales de Iguazú. Del lado de Brasil, se reservan 180 mil hectáreas, esta es la más grande de Brasil y una de las mayores reservas del mundo. Del lado argentino, en la provincia de Misiones, existe un parque nacional del mismo nombre con una extensión de 55 mil hectáreas. Cerca de las cataratas se han construido varios hoteles, bares, restaurantes y un aeródromo, ha crecido un pueblo de 6 mil habitantes, ocupado atendiendo a turistas que vienen de todas partes del mundo.
En las reservas de Iguazú crecen palmeras, un árbol de hierro: kebracho, monos, tapires, colibríes, mariposas raras del tamaño de un platillo y colores impensables viven. La exuberante flora de los trópicos es un escenario magnífico para las cascadas, sin mencionar el hecho de que el agua desciende de las rocas de basalto rojizo.