Descripción de la atracción
La Catedral de Yucatán, erigida en Mérida y consagrada en honor a San Ildefonso, es decir, San Ildefonso de Toledo, quien presidió la Arquidiócesis de Toledo en el siglo VII, es considerada el primer templo en aparecer en la América continental. Esta es la catedral más antigua de México, por lo que definitivamente deberías verla durante tu visita a Mérida.
La historia de este templo no es tan color de rosa como su presente. Los indios mayas esclavizados trabajaron en la construcción de la catedral principal de Mérida. Se vieron obligados a desmantelar sus propias iglesias y luego a partir de las piedras formadas para construir una iglesia cristiana. Según los sacerdotes católicos, esto simbolizaba la victoria del cristianismo sobre las creencias locales. La construcción de la Catedral de San Ildefonso se inició en 1561 y duró 37 años. La apariencia del templo se asemeja a una fortaleza bien fortificada.
Durante los últimos siglos, la catedral ha sido reconstruida muchas veces, pero los restauradores han sabido conservar el estilo arquitectónico original característico de los edificios del siglo XVI. La nave del templo está austeramente decorada. Las paredes de mármol blanco están desprovistas de las opulentas decoraciones doradas típicas de otros templos mexicanos. En la catedral se conservan varias estatuas de madera. Uno de ellos se ubica detrás del altar central, y el segundo está instalado en una pequeña capilla. Miles de personas vienen a adorarla cada año. Esta escultura es una réplica de la estatua de una iglesia que representa a Jesucristo. La escultura original, que no ha sobrevivido hasta el día de hoy, sobrevivió a su debido tiempo durante un incendio. Desde entonces, comenzaron a llamarla el Cristo quemado. Este nombre se ha conservado para la copia, que se encuentra en la Catedral de Mérida.