Descripción de la atracción
El Castillo de Obidos se considera una verdadera joya entre los castillos portugueses de la Edad Media. El castillo se asienta sobre una colina y ofrece unas vistas impresionantes de los alrededores: se pueden ver viñedos, molinos de viento y techos de terracota de las casas locales.
El nombre de la ciudad de Obidos proviene de la palabra latina "oppidum", que significa "fortaleza, ciudad fortaleza", lo que explica por qué Obidos se considera una ciudad amurallada. El Castillo de Obidos, que vemos hoy, fue construido en el siglo XII. Durante la época romana, en este sitio se construyeron baños y un foro (plaza que era el centro de la vida política de este asentamiento romano). Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos llegaron al poder en el siglo V. Fueron ellos quienes construyeron una fortaleza en el sitio de los baños romanos, alrededor de la cual se formó un pequeño asentamiento de Obidos, que luego se convirtió en una ciudad. En el siglo VIII, el castillo pasó a manos de los musulmanes y en el siglo XIII fue conquistado por el rey portugués Afonso. En 1210, el rey Afonso II entregó el castillo y el pueblo de Obidos a su esposa, Urraca de Castilla. Se amplió la fortaleza, luego se construyó un castillo manuelino en el territorio, que ya se ha convertido en hotel en nuestro tiempo.
Durante varios siglos, la fortaleza fue un lugar favorito para los monarcas que amaban organizar celebraciones, celebraciones e incluso bodas. El castillo a menudo se llama el castillo de la reina, ya que las reinas vivieron en él en diferentes momentos. Y en el siglo XVI, el rey Dinish obsequió el castillo a su futura esposa, la reina Isabel de Aragón. El terremoto de Lisboa en 1755 destruyó el palacio en el territorio del castillo, y luego el castillo cayó gradualmente en mal estado.
Hoy en día, el castillo atrae a un gran número de turistas con sus almenas, sorprendentemente conservadas hasta el día de hoy. También será interesante caminar por el territorio, mirar las ventanas, pasajes arqueados con bajorrelieves medievales, caminar por la muralla de la fortaleza, observar el pintoresco entorno.