Descripción de la atracción
En París, hay un lugar tan inusual como el museo de las falsificaciones. ¿Falsificaciones de qué? ¡Total!
El museo, ubicado en la planta baja de una elegante mansión del siglo XIX, fue creado por la Unión Francesa de Fabricantes en 1951; desde entonces, la exposición se ha ido renovando y mejorando constantemente.
La mayoría de los franceses piensa que la falsificación es solo un juego con la policía, no es gran cosa. Mientras tanto, el creciente mercado de la falsificación le está costando a Francia 38.000 puestos de trabajo y 6.000 millones de euros al año. Para mostrar a la sociedad el peligro de la falsificación, el museo funciona.
Comenzó con pescado enlatado falso e hilo en carretes. Ahora la exposición tiene muchos artículos domésticos modernos: teléfonos móviles, cuchillos, encendedores, navajas de afeitar, bolígrafos. Hay un maniquí de cera, vestido de pies a cabeza con ropas horribles con etiquetas de conocidos fabricantes. Los entusiastas de las compras pueden comparar productos falsificados y originales y descubrir cómo se pueden distinguir. A veces, los falsificadores cambian la letra del nombre o la forma del artículo: aquí en el estante está el perfume Hugo, y al lado está Vigo en una botella muy similar. O latas de café, envases de productos de limpieza, kétchup, cerveza, muñecas Barbie, software, gafas de sol, camisetas, CDs …
La exposición cuenta lo peligrosa que puede ser la falsificación: se falsifican tanto medicamentos como repuestos para automóviles y aviones, los juguetes pueden contener materiales inflamables, sustancias tóxicas o piezas pequeñas, las gafas oscuras no protegen los ojos del sol y los aparatos eléctricos pueden matar instantáneamente.
La nueva ala del museo exhibe figuras falsas de Rodin, Dali y Giacometti, que describen métodos de falsificación como el uso de ácido y cera para envejecer el bronce.
La joya de la colección es el ánfora de alrededor del 200 a. C. NS. - se utilizaron para transportar vino de Italia a la Galia. El corcho del ánfora es falso (el real está cerca), lo que significa que el vino tampoco era de buena calidad.