Descripción de la atracción
Otro atractivo de Milán es la Iglesia de San Ambrosio. Fue construido en el siglo IV por el primer obispo milanés Ambrosio (Mediolan), un reformador del servicio de la iglesia, que luego fue canonizado. La iglesia fue fundada en 379 y erigida sobre las reliquias de los santos grandes mártires Gervasio y Protasio, y en 397 el mismo Ambrosio fue enterrado en ella; desde entonces se le considera el patrón celestial de la ciudad. El templo sufrió una reconstrucción radical en los siglos IX-XII.
Las puertas medievales conducen a las puertas de entrada de bronce a la iglesia, y dos campanarios se elevan a cada lado. El interior del templo destaca por una hermosa bóveda, un púlpito de mármol y un altar único del siglo IX, decorado con oro, plata y piedras preciosas. Se han conservado mosaicos antiguos en la capilla sur. Lápida de St. Ambrosio está en la cripta de la iglesia.