Descripción de la atracción
Uno de los lugares más nuevos de Santo Domingo en construcción es el Faro de Colón. Esta imponente estructura, más como una especie de extraño monumento o fortaleza, se encuentra en el este de la ciudad. De hecho, si lo miras desde arriba, puedes ver una gran cruz.
El faro lleva el nombre de Colón, no solo para resaltar los logros del gran navegante. De hecho, se trata de un mausoleo donde los restos de Cristóbal Colón descansan encadenados en un sarcófago. La historia de encontrar y colocar las cenizas del famoso descubridor aquí es como una historia de detectives. Tres estados (excepto República Dominicana, España y Cuba) declaran públicamente que Colón está enterrado en su territorio. Se sabe con certeza que Cristóbal Colón fue enterrado en España. 31 años después de su muerte, el féretro del navegante fue llevado a Santo Domingo y colocado en el templo principal de la ciudad. Además, comienzan algunas conjeturas. Dicen que en 1795 los restos de Colón llegaron a Cuba, y un poco más tarde, de regreso a España. Los historiadores locales dicen que las cenizas del hijo de Colón, Diego, fueron transportadas a Cuba, y el ataúd de Cristóbal nunca salió de República Dominicana. Parece que permaneció en la cripta de la Catedral de Santo Domingo. Como prueba de la veracidad de su versión, presentan un hueso de un sarcófago, en el que está clavada una bala. Como saben, Colón resultó herido mientras servía en las tropas de la corona.
El faro de Colón fue construido entre 1986 y 1992. Las autoridades gastaron alrededor de $ 70 millones en la construcción de esta estructura de 33 metros de altura. Por la noche, el mausoleo está iluminado por 157 focos. El Papa Juan Pablo II fue invitado a la gran inauguración del faro. Por eso, no lejos de la entrada del Faro, en recuerdo de la visita del Papa, instalaron su coche (el llamado “papamóvil”).
Hay un pequeño museo en Columbus Lighthouse dedicado a los países que ayudaron en la construcción de este edificio.