Descripción de la atracción
El monumento a Clemenceau se encuentra en la plaza que lleva su nombre, entre el Petit Palais y los Campos Elíseos. El gran francés está representado con abrigo, casco, bobinados de soldado, aunque era un hombre completamente civil. Sin embargo, fue él quien llevó a Francia a la victoria en la Primera Guerra Mundial.
En su juventud, Georges Benjamin Clemenceau fue un rebelde, tanto que incluso fue a la cárcel por actividades de oposición. Pero en 1870 ya era alcalde del distrito de Montmartre. Después de la supresión de la Comuna de París, Clemenceau se convirtió en uno de los diputados más brillantes de la Asamblea Nacional, recibiendo el sobrenombre de "tigre". De 1906 a 1909 encabezó el gobierno, se convirtió en uno de los organizadores de la Entente.
La Primera Guerra Mundial transformó la antigua izquierda: Clemenceau abogó ferozmente por una guerra con Alemania hasta la victoria completa. En sus publicaciones atacó duramente a los antimilitaristas y derrotistas. Había todas las razones para esto: estalló una crisis aguda en el país, la amenaza de derrota se hizo realidad. Para evitarlo, el presidente del país Poincaré en noviembre de 1917 volvió a nombrar primer ministro a Clemenceau. El programa del gabinete del "tigre" se formuló de la siguiente manera: "Estoy librando una guerra".
Clemenceau expulsó de los ministerios a todos los que eludieron enviar al frente, logró la creación de un mando militar común con los aliados y llevó ante la justicia a los ex líderes del país. Francia bajo su dirección resistió en 1918 la última ofensiva desesperada de los alemanes y logró la rendición del enemigo. La gente llamó a Georges Clemenceau "el padre de la victoria".
Las bases de la paz de la posguerra fueron puestas por la Conferencia de Paz de Versalles, que fue presidida por el "tigre" francés. Fue él, un acérrimo oponente del bolchevismo, quien pronunció por primera vez las palabras "telón de acero" en relación con la Rusia soviética. Pero en 1920, su carrera política terminó: no logró el éxito en las elecciones presidenciales. En su casa a la orilla del mar, Clemenceau trabajó en sus memorias. Murió en París en 1929.
Los franceses honran al político que llevó al país a la victoria en la Primera Guerra Mundial. El monumento a Clemenceau, creado en 1932 por el escultor François Cognier, se encuentra en el mismo centro de París, donde más tarde estarían cerca el bronce Charles de Gaulle y Winston Churchill. El "Padre de la Victoria" camina sobre un tosco bloque de piedra, superando obstinadamente la resistencia del viento, así era, así permaneció en la memoria del pueblo.