Descripción de la atracción
El Museo Negros, ubicado en la ciudad de Bacolod, es una parada obligada en su viaje a la isla filipina de Negros. Después de todo, es aquí donde puede tocar la rica historia de la isla y su patrimonio cultural y ver las obras de los artesanos locales. Las colecciones del museo se dividen en exposiciones temáticas, expuestas en varias galerías.
El primer piso alberga la Galería de Arte Popular y Juguetes Folclóricos, que alberga más de tres mil juguetes tradicionales recolectados no solo en la isla de Negros, sino también en otras partes del mundo. Esta es la única colección de este tipo en Filipinas. No hay nada de sorprendente en el hecho de que esta exposición sea especialmente popular entre los niños. Por cierto, el museo también tiene una biblioteca infantil y un área de juegos para niños, donde pueden aprender los conceptos básicos del arte popular: pintura, modelado, cerámica.
En el segundo piso, se puede ver la reconstrucción del "batil", un barco de madera utilizado para transportar pasajeros y mercancías a principios del siglo XX. También hay muestras de mercancías que fueron transportadas entre Negros y las islas cercanas durante esa época.
Entre otras exposiciones interesantes del museo se encuentran colecciones dedicadas a la industria azucarera, "Dinosaurios de hierro": antiguas locomotoras de vapor, 50 botes pertenecientes a varias tribus de la isla, artefactos que cuentan la vida de la comunidad china en Negros, etc. En una de las galerías se puede conocer a los exgobernadores de la isla y qué huella dejaron en la historia de la provincia y Bacolod. Una exposición separada está dedicada a Nicholas Loney, quien creó casi sin ayuda la industria azucarera en Negros, que luego se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos de la isla.
El Museo Negros se creó a principios de la década de 1980, pero no recibió su propio edificio hasta 1996. El edificio del museo en sí también es un hito histórico: fue construido a mediados de la década de 1920. El edificio fue diseñado por Leandro Locsin, uno de los más grandes arquitectos de Filipinas. Inmediatamente después de la finalización de la construcción, fue reconocido como una verdadera obra maestra y decoración de Bakolod.
