Descripción de la atracción
La ciudad costera de Cascais en Portugal se conoce desde los días en que las tribus prehistóricas vivían en el territorio. La ciudad está situada en la costa del océano, a 30 km de Lisboa. Cascais recibió el estatus de ciudad a mediados del siglo XIV, y antes de eso se consideraba un pequeño pueblo en el que florecían la pesca y la agricultura. Incluso hoy en día, la pesca es una industria importante para esta ciudad.
A finales del siglo XIX y principios del XX, Cascais se hizo famosa por ser la sede de la familia real portuguesa. Y a partir de ese momento, la ciudad comenzó a desarrollar un destino turístico. Hoy en día, la ciudad se considera un destino de vacaciones o de fin de semana popular para turistas portugueses y extranjeros. La ciudad tiene muchos sitios y monumentos históricos hermosos, así como también está rodeada por tres lados por el océano. Hay muchas buenas playas de arena, especialmente en la costa de Estoril. Para los amantes de los deportes acuáticos, Cascais es el destino ideal. En la costa de Estoril se organizan regatas y competiciones internacionales. La costa oeste es especialmente apreciada por los entusiastas del kitesurf y el windsurf debido a las constantes olas grandes, y las competiciones de estos deportes se celebran especialmente allí.
A tres kilómetros de la ciudad, un poco al oeste, hay un acantilado. Pero es la gruta creada por el batir de las olas lo que atrae la atención de muchos turistas. La gruta se llama Boca do Inferno, que significa "boca del diablo". Hay otro nombre para la gruta: "Las puertas del infierno". La gruta recibió este nombre debido a que las olas golpean la roca con gran fuerza y crean un rugido y un ruido increíbles.