Descripción de la atracción
La Iglesia de Santa María del Lago se encuentra en el pequeño pueblo de Moscufo cerca de Pescara. Inicialmente, esta bonita iglesia se llamaba Santa Maria ad Lukus (la cebolla es un bosque sagrado para los latinos), y luego se llamó popularmente Santa Maria ad Lacum (lacus es un lago), aunque nunca hubo lago ni estanque en los alrededores.
La fachada típicamente románica de ladrillos claros alberga un portal de piedra del siglo XII decorado con los símbolos de los cuatro evangelistas y Cristo. Y en el prado justo enfrente de la iglesia hay una enorme pila de piedra caliza blanca. La decoración interior de la iglesia, realizada al estilo de una basílica, es bastante estricta, si no austera. Ocho columnas y dos pilastras de ladrillo sostienen arcos de medio punto y dividen el espacio en tres naves, que culminan en igual número de ábsides. Estos últimos están decorados con fragmentos de frescos que representan el Juicio Final (finales del siglo XIII), los doce apóstoles y Cristo. La estatua de la Virgen, realizada en 1490, merece una atención especial.
Pero la verdadera joya de la iglesia de Santa María del Lago es el púlpito, que en 1159 el abad de Montecassino Rainaldo encargó al maestro Nicodemo. El atril es de yeso, de base cuadrada, y se apoya en cuatro columnas, separadas entre sí por tres arcos, uno de los cuales está decorado con un adorno de trébol. Este impresionante adorno muestra la influencia del arte lombardo, árabe, celta y mediterráneo, típico de las obras maestras de Nicodemo. Los bajorrelieves representan escenas simbólicas y bíblicas: Job es tragado por una ballena y luego arrojado bajo un árbol dimorfano, o David luchando contra un oso y un león. También aquí puede ver los símbolos de los cuatro evangelistas: un águila, un ángel, un león y un toro.