Descripción de la atracción
El Museo Carnavale debe su existencia al hombre que destruyó el París medieval: el reformador de la ciudad, el barón Haussmann. El prefecto, demoliendo viejas casas que obstaculizaban el trazado de las carreteras, comprendió que con ellos se iban épocas enteras. En 1886, por iniciativa suya, la ciudad compró la antigua mansión Carnavalet en el barrio de Marais para albergar una biblioteca histórica y una colección de objetos de tiempos de desaparición.
Este edificio fue construido en 1548-1560 por el arquitecto Pierre Lescaut. En 1578, el edificio fue comprado por la rica viuda bretona Françoise de Kernevenois; su apellido, distorsionado por los parisinos, se convirtió en el nombre de la casa. De 1677 a 1696 vivió aquí una inteligente y observadora marquesa de Sevigne, en sus cartas a su hija, que describió en detalle la vida de la corte durante la época de Luis XIV. La calle donde se encuentra el museo lleva su nombre.
El Museo Carnavale es ahora el museo de la ciudad más antiguo de la capital. Aquí se recopilan lienzos de arte, muebles, relojes, espejos, grabados, abanicos, todo lo que puede contar sobre la evolución de la vida urbana. Numerosos objetos expuestos fueron donados al museo por famosos coleccionistas privados; por ejemplo, los hermanos Dutuis le regalaron su colección de antigüedades en 1902, Maurice Girardin en 1953, una colección de arte moderno. También hay una galería de Madame de Sevigne en el museo; allí se puede ver una mesa china lacada, en la que la marquesa escribió sus cartas. El edificio está decorado con bajorrelieves del mismo Pierre Lescaut. El museo está colindante con jardines en los que se exhiben las esculturas de Goujon.
En 1989, el museo se amplió: la mansión vecina le Peletier de Saint-Fargeau se unió al Carnaval. Ha encontrado un lugar para una colección que ilustra la vida parisina, desde la Revolución Francesa hasta la actualidad. Aquí, por ejemplo, se exhibe todo un salón de baile Art Deco, que fue decorado en 1925 por el pintor español José María Sert. Ahora en el Carnaval hay más de un centenar de salas con exposiciones pertenecientes a las épocas desde galo-romana hasta la moderna.
En 2000, el Museo Arqueológico de la Catedral de Notre Dame se agregó al Museo Carnavale.