Descripción de la atracción
La morada de la Purísima Virgen de los Misericordiosos, Madame de la Caridad, especialmente venerada en Cuba, se encuentra a 18 km de la ciudad de Santiago de Cuba, en la pequeña aldea de los mineros El Cobre.
En una colina verde sobre un denso bosque salvaje, una basílica blanca como la nieve se eleva majestuosamente. Conserva con esmero la imagen de la patrona de Cuba, cuya aparición todavía se considera un gran milagro. Cuenta la leyenda que en la mañana de 1607, su amo envió a dos niños indios a buscar sal en las orillas de la bahía de Nipe. Sin embargo, la tormenta y el mal tiempo les impidieron seguir la orden. Luego de tres días de búsqueda, los adolescentes abordaron un bote y decidieron ir a las minas de sal. Y luego, en la espesa niebla, encontraron un fardo que flotaba hacia ellos en las aguas hirvientes. En ella se escondía una estatuilla de no más de 30 cm y en un platito brillaba la inscripción: "Yo soy la Virgen de la Caridad", que significa "Soy la Santísima Virgen de la Misericordia". En la mano izquierda de la Virgen había un bebé, la derecha fue levantada para bendecir. Los muchachos llevaron la estatuilla a su dueño, Francisco Sánchez de Moya, gerente de las minas de cobre, quien de inmediato ordenó construir un skete donde se guardaría el santuario.
Tres años después, la imagen de la Purísima Virgen del Misericordioso fue vista por una niña en los cerros de El Cobre, tras lo cual se decidió construir una basílica. Y la capilla ha estado en pie desde 1830 y guarda muchas ofrendas, incluida la medalla de oro del premio Nobel, el famoso escritor Ernest Hemingway.
En 1916, el Papa Benedicto XV proclamó solemnemente a Madame de la Caridad, Virgen Purísima de los Misericordiosos, santa amante y patrona de Cuba. Peregrinos de toda Latinoamérica suben de rodillas al monasterio. La fuerza y el patrocinio de la Virgen se considera verdaderamente fantástico, y el flujo de personas llenas de esperanza y fe no se seca durante todo el año.