La capital de Canadá, Ottawa, se distingue por sus calles particularmente limpias y sus residentes altamente organizados que son muy amables con los huéspedes de la capital.
Historia de la ciudad
En los años treinta del siglo XIX, en el sitio de la moderna Ottawa, se fundó un pequeño pueblo para los constructores involucrados en la construcción del Canal Rideau. Su nombre, Bytown, lo recibió en honor al jefe de la construcción, el teniente coronel John Bye. En 1850, el pueblo fue reconocido como ciudad y cinco años después recibió un nuevo nombre, convirtiéndose en Ottawa. En vísperas del nuevo 1858, la reina Victoria primero eligió la ciudad como capital de la provincia, y un poco más tarde, en 1867, Ottawa se convirtió en el "corazón" de todo el estado.
¿Qué vale la pena ver?
Ottawa es una ciudad increíblemente hermosa y no te aburrirás aquí.
- La Basílica de Notre Dame es un magnífico ejemplo de arquitectura neogótica. Actualmente es el templo más antiguo de la ciudad. Las agujas doradas y la estatua de la Virgen María son perfectamente visibles desde lo alto de Parliament Hill.
- La Torre de la Paz es un símbolo de Canadá. Visualmente, es una torre de reloj de 55 metros, que es la parte central del conjunto arquitectónico. El edificio adorna el anverso de los billetes canadienses de $ 20 y $ 50. Dentro de la torre hay un carillón equipado con 53 campanas. La decisión de fundarla se tomó en 1918, y se inauguró en 1927. Hoy en día se puede escuchar casi todos los días, y el sonido se extiende por varias cuadras. El instrumento se toca durante casi 200 días durante todo el año.
- El Museo de la Civilización de Ottawa se estableció en 1968. Su exposición lo familiarizará con más de mil años de historia de la ciudad, y un enorme diorama ayuda a sumergirse en los eventos de tiempos pasados. El museo presenta salas completamente dedicadas a la población indígena del país y sus costumbres. Aquí también puede familiarizarse con Canadá durante la colonización europea. Es mejor elegir visitar temprano en la mañana o por la noche los días de semana. De lo contrario, es simplemente imposible abrirse paso entre la multitud de visitantes sin ganarse un tic nervioso.
- El Canal Rideau, de doscientos kilómetros de largo, conecta Ottawa y Kingston. El verdadero propósito de la vía fluvial era conectar Montreal y el lago Ontario. Actualmente, el canal se utiliza exclusivamente como ruta turística. En verano, puedes alquilar un bote a pedales y montar a tu gusto, y en invierno, cuando el agua se congela, se convierte en una enorme pista de hielo.
- Asegúrese de visitar Stone Arch, ubicado cerca de Jones Falls. Aquí su atención es merecida por la casa del maestro de la esclusa, fechada en 1841, y el hotel más antiguo "Kenny" (1888).
Ottawa es el lugar de vacaciones perfecto. La capital de Canadá es especialmente hermosa en otoño y en verano hay muchos festivales.