Los habitantes del país de Suomi fueron asombrosamente capaces de preservar las tradiciones culturales de sus antepasados que se remontan a la época de la dominación de los paganos, y combinarlas con dignidad y armonía con las costumbres ortodoxas. El cóctel resultante puede llamarse con razón la cultura de Finlandia, cuyas principales características distintivas son la moderación, la buena calidad y la solidez. Sin embargo, estas cualidades son casi los rasgos principales del carácter de cualquier finlandés.
Hay influencia del exterior
La cultura de Finlandia fue influenciada en gran medida por las costumbres y tradiciones de los países escandinavos vecinos, especialmente porque sus pueblos siempre han tenido mucho en común con los finlandeses. Las tribus escandinavas adoraban a los mismos dioses, las condiciones climáticas del entorno en el que vivían eran muy similares y, por lo tanto, las fiestas se volvían similares, la cocina estaba relacionada y la música y las canciones eran igualmente sobrias y suaves.
La proximidad de Karelia dio a los finlandeses la epopeya poética "Kalevala", que empezaron a llamar Kareliano-finlandés. El libro se basa en cincuenta runas, canciones de los pueblos de Karelia y Finlandia, recopiladas y sistematizadas por el lingüista finlandés E. Lennrot. "Kalevala" influyó fuertemente en todo el subsecuente no sólo literario, sino también el componente musical de la cultura de Finlandia. Por cierto, los finlandeses están orgullosos de su premio Nobel de escritura de libros, Frans Sillanpää.
Tradiciones de piedra
La arquitectura de Finlandia se forma, nuevamente, sobre la base de las peculiaridades de la vida, la naturaleza dura y las difíciles condiciones climáticas. Las viviendas finlandesas son rechonchas, sólidas y fuertes, no tienen decoraciones especiales, están construidas con piedra y madera. La arquitectura de piedra se destaca en el siglo XII durante la construcción de templos. Un ejemplo vívido de la arquitectura de la iglesia medieval que ha sobrevivido es el conjunto cerca de la Catedral de Turku.
Habiendo obtenido la independencia, el pueblo finlandés comenzó a preservar y mejorar cuidadosamente sus tradiciones nacionales. Este deseo tocó todos los ámbitos de la cultura finlandesa, y en el país comenzaron a aparecer escuelas y talleres, donde cualquiera podía aprender a tallar madera o forjar metales.
La cultura también tiene fiesta
Una actitud especial hacia la cultura en Finlandia se expresa en el hecho de que el último día de invierno se celebra especialmente en el país. Al despedir el invierno, los finlandeses también celebran el Día de Kalevala, también llamado Día de la Cultura Finlandesa. En 1835, Elias Lennroth puso su firma el 28 de febrero, enviando a imprimir la primera edición de la famosa epopeya.