Ashgabat es llamada la capital del mármol blanco no solo por los residentes de Turkmenistán, sino también por los fundadores del Libro Guinness de los Récords. En la capital de Turkmenistán, más de quinientos objetos arquitectónicos se enfrentan a esta noble piedra, que convierte a la ciudad en un digno atractivo turístico. Sin embargo, durante el recorrido a Ashgabat hay algo que ver además de los palacios de mármol. El Libro de los Récords mantiene registros del complejo de fuentes más grande del mundo y del mástil de bandera más alto. La noria cerrada y la encarnación arquitectónica de la estrella en la torre de televisión también son insuperables en cualquier ciudad del planeta.
Historia con geografía
Ashgabat no siempre ha sido tan brillante. A finales del siglo XIX, las cabañas de adobe predominaban en el nuevo asentamiento militar fronterizo que aparecía en el mapa del Imperio Ruso. Luego, la ciudad recibió el estatus de centro administrativo de la región del Transcaspio, y en 1925 se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Turkmenistán.
La ciudad está ubicada en el sur del país, a solo 25 kilómetros de la frontera con Irán. El valle donde se encuentra Ashgabat está delimitado por el desierto de Karakum y las montañas Kopetdag y es un oasis al que está conectado el canal Karakum desde el río Amu Darya.
Brevemente sobre lo importante
- Los participantes de los viajes a Ashgabat deben estudiar las reglas para ingresar al país. Los residentes rusos deberán obtener una visa directamente en la frontera, que es significativamente más cara, o en la embajada. En el aeropuerto, es importante tener todos los documentos necesarios para obtener una visa, de lo contrario, las autoridades se encargarán del departamento a cargo del viajero.
- Al elegir el momento para un viaje a Ashgabat, es importante recordar que la capital de Turkmenistán es una de las ciudades más calientes del mundo. En verano, los termómetros suelen mostrar +45 y más, y las temperaturas superiores a +40 son típicas para el período de abril a octubre. En invierno, hace frío aquí y los valores del termómetro alrededor de +5 no son infrecuentes en Ashgabat.
- El principal recuerdo, que compra la mayoría absoluta de los participantes de las excursiones a Ashgabat, es la famosa alfombra turcomana. Lo mejor es elegir una obra de arte hecha de lana o seda en el bazar oriental "Altyn Asyr". En primer lugar, la elección aquí puede sorprender incluso a los propios turcomanos y, en segundo lugar, puede negociar en el mercado y reducir significativamente el costo inicial de la obra maestra que le gusta.
- Varias aerolíneas operan un vuelo directo desde Rusia a Ashgabat; el tiempo de viaje es de aproximadamente cuatro horas. Puedes moverte por la ciudad en autobús o en bicicleta. Se han equipado carriles bici para los amantes de un estilo de vida saludable en la capital de Turkmenistán.