Todo viajero asocia París con algo especial para sí mismo, por lo que no existen dos rutas idénticas elegidas por los turistas que se encuentran en esta ciudad. A algunas personas les gustan los templos y las catedrales, otras prefieren los jardines y los parques, y alguien intenta cruzar todos los puentes parisinos. Hay casi cuatro docenas de estos últimos aquí solo dentro de los bulevares y, por lo tanto, los fanáticos de tales estructuras percibieron con gran interés la aparición de un puente de trampolín nuevo y completamente diferente en París.
Diseño francés
El estudio de diseño local AZC ha estado proponiendo un puente de trampolín inusual en París durante varios años. La idea se basa en módulos hinchables interconectados y conectando las orillas del Sena prácticamente en el centro de la ciudad. Inicialmente, la idea no tuvo éxito: tanto las autoridades como la gente del pueblo se mostraron muy escépticos sobre el proyecto.
Sin embargo, París se ve sacudida regularmente por tales innovaciones en términos de arquitectura, que, según los habitantes indígenas, arruinan catastróficamente la armonía habitual de los barrios antiguos. Tomemos, por ejemplo, la Torre Eiffel, cuya aparición en el paisaje urbano a finales del siglo XIX provocó una tormenta de protestas. Sin embargo, hoy en día se ha convertido en la atracción mundial más visitada y fotografiada, a pesar de que algunos parisinos todavía prefieren cenar en el restaurante ubicado en él solo porque la creación de la gran Eiffel no les hace perder la vista.
Igualmente indignada fue la construcción del Centro de Arte y Cultura Georges Pompidou, inaugurado en los años 70 del siglo XX. Su apariencia ambigua avergonzó a los respetables parisinos, y el centro, mientras protestaban, se convirtió en la tercera atracción más grande del país en número de visitantes anuales.
Prueba de fuerza
Un nuevo puente de trampolines en París conectaba la parte oriental de la pequeña isla Swan y el distrito XV de la capital francesa. Consta de tres módulos hinchables de 30 metros, cuya durabilidad ya ha sido confirmada no solo por cálculos matemáticos, sino también por aficionados a todo lo poco convencional e interesante. Los módulos están "cosidos" en una estructura de 94 metros, cuyo "piso" de malla permite ver las aguas del Sena durante la travesía.
La ubicación del nuevo hito parisino no fue elegida por casualidad. Cerca de allí, la Torre Eiffel de trescientos metros se eleva hacia el cielo, lo que significa que el puente tiene todas las posibilidades de convertirse pronto en un objeto urbano igualmente visitado.