Han pasado varios siglos desde el descubrimiento de la isla de La Española por la expedición de Cristóbal Colón, pero la República de Haití de hoy sigue siendo uno de los países más pobres y atrasados del mundo. Lujosas playas de arena blanca y miserables chozas de los pobres locales, el culto al vudú y las catedrales católicas, el francés como idioma oficial y el analfabetismo de un gran número de sus habitantes: ¡Haití es verdaderamente un país de contrastes! Su nombre significa "tierra de montaña" en criollo, pero además de la belleza natural, los viajeros se sienten atraídos aquí por la cultura y las tradiciones de Haití, en las que lo sobrenatural se combina de manera única con la vida real.
Vudú: ¿un culto o un estilo de vida?
La principal tradición de Haití, de la que ha oído hablar incluso una persona alejada de los vuelos transatlánticos, es el culto al vudú. Es una religión africana, traída a la isla por esclavos en el siglo XVIII y fusionada con las tradiciones católicas. Llegó al punto en que la iglesia local no ve contradicciones entre sus dogmas y los fundamentos del vudú, y los representantes de ambas religiones celebran las fiestas juntos.
Las deidades principales, de acuerdo con las creencias vudú, están poseídas por personas comunes y son participantes plenos en cualquier evento. Todo lo que sucede en la vida de cada persona o familia va acompañado de rituales y ceremonias especiales, muchas de las cuales se han convertido en las tradiciones de Haití y en parte de la cultura de la república.
Doctor, ¿qué me pasa?
La atención médica en Haití se encuentra en un estado muy deplorable y es casi imposible que un simple mortal ingrese al hospital aquí. Los lugareños prefieren ser tratados por hechiceros que usan las buenas tradiciones de Haití como métodos de curación: ron, fumar hierbas especiales para reír, bailar con una pandereta y, como medida radical, sacrificar un pollo inocente. Este último funciona casi con certeza, pero el convaleciente tiene prohibido ver a nadie durante algún tiempo. Por eso los brujos están reasegurados frente a la afluencia de visitantes, porque aquí creen que la enfermedad debería saltar al cuerpo de la primera persona que conozcan.
Pequeñas cosas útiles
- Una vez en Haití, no te alejes de los lugareños, creyendo que todos son zombis. De hecho, los haitianos son personas bastante agradables con costumbres interesantes. En las conversaciones, uno no solo debe tocar los temas de la prosperidad material, porque con esto simplemente no están bien. Pero el fútbol, el clima o las vacaciones son exactamente de lo que hablan con placer y alegría los habitantes de la isla.
- Observe el código de vestimenta fuera del área de la playa. Se desaconseja el uso de trajes de baño y ropa demasiado reveladora en áreas residenciales.