Los ferrocarriles argentinos están en declive. Anteriormente, fueron de gran importancia para el desarrollo de la economía. Gracias al sistema ferroviario, el país logró convertirse en uno de los mayores exportadores de productos (carne, trigo, etc.). En los viejos tiempos, los ferrocarriles fueron construidos y propiedad de organizaciones británicas que recibieron concesiones del gobierno argentino. Actualmente, el sector ferroviario necesita una modernización. Muchas vías se han deteriorado y los trenes se retrasan constantemente. Algunas direcciones han dejado de usarse.
Desarrollo del sector ferroviario
Los ferrocarriles se deterioraron después de la privatización. Después de eso, la calidad del servicio en el sistema se deterioró significativamente y algunos trenes fueron cancelados. Se entregaron diferentes partes de las carreteras a diferentes empresas durante largos períodos. A pesar del mal estado técnico de los trenes, el tráfico de pasajeros existe y es popular. Los ferrocarriles juegan un papel importante en el sistema de transporte del estado. Para obtener información actualizada sobre rutas, visite sateliteferroviario.com.ar.
Los ferrocarriles de Argentina tienen unos 34 mil kilómetros de longitud. Están distribuidos de manera desigual en el territorio del estado. La desventaja del sistema ferroviario son las vías de ancho múltiple. Argentina ocupa el primer lugar en términos de tráfico de pasajeros entre los países de América Latina. La rotación de mercancías aquí no es tan intensa como en México y Brasil.
El transporte de mercancías es el principal objetivo de los ferrocarriles argentinos. Los trenes de pasajeros se mueven lentamente y no son cómodos. Los trenes de larga distancia recorren el país por las siguientes rutas: Buenos Aires - Córdoba, Buenos Aires - Bahía Blanca, etc. El centro de la red ferroviaria es Buenos Aires. Las llanuras ocupan la mayor parte del país. Por tanto, existe una red de carreteras desarrollada. Las carreteras se extienden por 400 mil km.
Transporte de pasajeros
Una densa y extensa red de transporte enreda la región más desarrollada de la Pampa. Los trenes argentinos tienen tres clases para pasajeros: vagones con aire acondicionado, primera clase con lugares para dormir y segunda clase. Las tarifas ferroviarias son asequibles, lo que determina la alta demanda de servicios de transporte ferroviario. Un viaje en tren es varias veces más barato que un viaje en autobús por una ruta similar. La clase más barata es el vagón Turista, que está disponible en todos los trenes de pasajeros. Está equipado con asientos blandos, pero se asemeja a un tren de cercanías. La siguiente clase es la Primera, en la que el nivel de comodidad es ligeramente superior.