En este país, no hay mares cálidos, estaciones de esquí y otros destinos turísticos favoritos. Pero no importa en absoluto. Después de todo, Afganistán con su capital, Kabul, es un lugar muy distintivo con una gran historia y un pueblo amante de la libertad.
La capital de Afganistán se encuentra a orillas del río Kabul y se encuentra a 1800 m sobre el nivel del mar. La ciudad está conectada con otras ciudades del país por carreteras. Es el centro industrial más grande de Afganistán. Aquí se producen varias telas, municiones, azúcar, muebles y más.
Población de la capital
Gracias a su historia, Kabul ha adquirido una identidad multiétnica. Aquí vive un gran número de nacionalidades y nacionalidades. El grueso de extranjeros empezó a llegar aquí en los años 80 del siglo pasado. Según las estadísticas, la población de la ciudad es de unos 3,5 millones de habitantes. Aquí conviven pacíficamente diferentes grupos nacionales: tayikos; los hazaras; Uzbecos; Pashtunes; Sikhs. Todos hablan diferentes idiomas y dialectos, pero esto no impide que las personas estén en el mismo territorio. Tres cuartas partes de la población son sunitas y el 25 por ciento chiítas.
Comercio en la ciudad
La ciudad está muy desarrollada en términos comerciales. El Gran Bazar se encuentra en Kabul, que se encuentra en Maiwand Avenue. Uno de los mercados más grandes de la ciudad es el bazar de los Cuatro Arcos. Calles, carriles y galerías comerciales están estrechamente entrelazados aquí. Es aquí donde puede sentir la vida real y el espíritu de Afganistán.
Puede caminar por los mercados hasta la mañana, admirar cómo los lugareños negocian, compartir noticias, pelearse y simplemente comunicarse. Por alguna razón, se considera que las principales personas silenciosas en esos lugares son los vendedores de telas. En la mayoría de los casos, simplemente se sientan en el suelo, doblan las piernas y miran en silencio lo que está sucediendo.
Pero si necesita encontrar algo inusual, lo mejor es ir a Mindai. Este mercado se especializa en vender casi de todo, desde especias hasta abrigos de piel de oveja. Joyas, comida, joyería, mercería: todo esto se puede comprar fácilmente a un precio asequible y de buena calidad. Los residentes locales tienen un dicho: si no puede encontrar algo en el mercado de Mindai, entonces tal cosa no existe en la naturaleza.
Entonces, a pesar del clima desértico y las dificultades para superar la ruta, hay algo que ver y maravillar en la ciudad.