Traducido del idioma griego antiguo, el nombre de este asentamiento suena como una "ciudad nueva". Hoy es parte de Italia, pero la historia de Nápoles está estrechamente relacionada con Grecia, con Bizancio y con otros estados.
El nombre original del asentamiento, que fue fundado por los antiguos griegos en el sitio de la actual ciudad, es Partenopa, se le dio en honor a la famosa sirena mitológica. El asentamiento pronto se convirtió en un lugar muy atractivo a los ojos de sus vecinos, lo que provocó numerosas guerras y frecuentes cambios de propietarios.
Edad media
Pronto el asentamiento griego pasó a formar parte de la República Romana. Después de eso, comenzó la era del gran Imperio Romano y Nápoles se convirtió en parte de este estado. La historia de Nápoles, tanto a principios como a finales de la Edad Media, se caracteriza por la inestabilidad, un cambio constante de poder y propietarios. Se pueden distinguir varios eventos importantes:
- la entrada de la ciudad en el Reino de Sicilia (1139);
- obtener el estatus de capital de este reino (1266);
- división del reino en dos partes, cada una de las cuales reclamó el título de "Reino de Sicilia".
Los acontecimientos en esta línea se desarrollaron hasta el siglo XVIII, en ese momento Nápoles había ampliado significativamente sus fronteras, multiplicado el número de habitantes y tenía el teatro más grande del mundo. En 1860, ocurrió un evento muy importante: se formó Italia. A partir de este momento, comienza una nueva cuenta atrás en la historia de la ciudad como parte del nuevo estado.
Siglo XX - Siglo de cambios
Junto con toda Italia, Nápoles ha experimentado altibajos en términos de economía, ciencia y cultura. De alguna manera, la ciudad se encuentra en el centro de eventos importantes en la historia europea. Los residentes participan tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial.
En la Segunda Guerra Mundial, Italia se convierte en un aliado de Alemania, por lo que, más cerca del final de las hostilidades, muchas de sus ciudades, incluida Nápoles, son sometidas a bombardeos masivos. La ciudad fue destruida casi por completo, se destruyeron objetos importantes: el puerto marítimo y la estación de tren, así como edificios residenciales, iglesias. En el período de la posguerra, los residentes tuvieron que levantar la ciudad de las ruinas, restaurar importantes instalaciones industriales, de transporte, comerciales y culturales.
La Nápoles moderna es una de las ciudades más bellas del sur de Italia.