Descripción de la atracción
La Catedral de Salzburgo se encuentra en el corazón de esta ciudad. Su moderno edificio data de principios del siglo XVI y es una obra maestra de la arquitectura barroca.
El primer edificio religioso en este sitio apareció en el siglo VIII, mientras que San Virgilio, uno de los primeros obispos de Salzburgo, actuó como su constructor. Ahora el templo está consagrado en honor a los dos patrocinadores de Austria: Virgilio, que murió en 784, y Rupert, que murió más de medio siglo antes.
La primera catedral de Salzburgo fue incendiada en 1167 por orden del emperador Federico Barbarroja. Posteriormente, el templo se incendió varias veces más durante numerosos incendios, por lo que en 1598 el arzobispo ordenó destruir todos los edificios dañados alrededor de la antigua catedral y construir un nuevo templo diseñado por el arquitecto Santino Solari. La construcción comenzó solo en 1614, y la iluminación solemne tuvo lugar 14 años después, en 1628. Se cree que ha sido la celebración más fastuosa de la historia de todo Salzburgo.
Un incendio estalló en la catedral varias veces, pero no provocó una destrucción a gran escala. Sin embargo, durante el bombardeo de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, la cúpula del edificio se derrumbó, cuya restauración llevó 15 años.
La catedral de Salzburgo es ahora una obra maestra de la arquitectura barroca. El portal del templo está decorado con figuras de dos patrones de la ciudad, San Virgilio y Rupert, así como figuras de dos apóstoles, Pedro y Pablo. Dos torres de 81 metros flanquean la fachada de la catedral con tres puertas de bronce. La cúpula se encuentra justo debajo de las torres, su altura es de solo 79 metros.
El interior de la catedral asombra la imaginación con sus lujosas decoraciones, así como su longitud. En total, el templo tiene capacidad para unas 10 mil personas. Hay 11 altares y 5 órganos en la catedral. Entre los detalles del interior, destacan especialmente dos campanas antiguas, fundidas en 1628, así como una pila de bronce del siglo XIV, en la que se bautizó al pequeño Mozart.