Descripción de la atracción
La Capilla del Arzobispo es una de las iglesias más antiguas de Rávena, construida a finales del siglo V y principios del VI por orden del emperador Teodorico en el primer piso del palacio episcopal. Es el más pequeño de los edificios famosos de Rávena, decorado con mosaicos. Dedicada al apóstol Andrés el Primero Llamado, en 1996 la capilla fue incluida en la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La capilla del arzobispo tiene forma de cruz griega, cuyo extremo oriental termina con un ábside. Frente a la entrada hay un nártex rectangular, cuya bóveda está decorada con mosaicos de azucenas blancas, rosas y pájaros de colores. Además, el mosaico adorna la luneta sobre la entrada a la capilla; aquí se puede ver al joven Cristo guerrero con armadura romana. En el ábside, hay otro mosaico con la imagen de una cruz sobre el fondo del cielo estrellado. En la bóveda están pintados el monograma de Cristo y los símbolos de los evangelistas. Se cree que una representación tan frecuente de Cristo habla del deseo del cliente de la capilla de enfatizar la naturaleza divina de Jesús, que fue rechazada por los godos-arrianos.
No todos los mosaicos originales han sobrevivido hasta el día de hoy; algunos de ellos fueron cubiertos con pintura al temple de Luca Longhi en el siglo XVI. En 1914 se restauró la capilla y se modificó la entrada. Hoy, en su interior se puede ver la cruz de plata del arzobispo local Agnellus con medallones de los siglos VI y XVI.
La Capilla del Arzobispo es hoy la única capilla privada cristiana primitiva que se conserva en Europa.